El Grupo Clarín sigue recibiendo más (y costosos) favores de parte del Gobierno de Mauricio Macri. No solo se autorizó su ingreso al mercado de la telefonía 4G, con lo cual agranda su participación hacia las telecomunicaciones, sino que lo hizo al 5% del costo que le insumió a sus competidoras, lo que representa una gran ventaja.
Según la resolución 3909 del Ministerio de Comunicación, el acuerdo entre el ENACOM y la empresa Nextelimplicó que la firma propiedad de Cablevisión Holding, una de las escisiones del Grupo, pagará al Estado la suma de 30,6 millones de dólares para poder operar las frecuencias 4G.
Nextel no tenía frecuencias para operar el servicio de internet móvil de alta velocidad. Pero, como es costumbre a lo largo de su Historia, Clarín logró cambios legislativos a su medida: al conocido decreto 267 que eliminó los artículos de la ley de Mediosavalados por la Corte Suprema, se le sumó la resolución 171 del ministerio que conduce Oscar Aguad y que permite la utilización de frecuencias para un uso distinto del previsto originalmente, lo que en la jerga se conoce como "refarming".
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A partir de allí se abrió un proceso de negociación mano a mano entre la empresa y el Gobierno que culminó con el pago de parte de Nextel de dicha suma para ser el cuarto operador móvil, además de Claro, Personal y Movistar. Pero estas empresas tienen motivos para quejarse.
Entre 2014 y 2015, cuando se licitaron las frecuencias 4G, las empresas de telecomunicaciones tuvieron que pagar muchísimo más para entrar al mercado. Según una nota de La Nación, del 2 noviembre de 2014, Personal tuvo que abonar U$S 602 millones, 20 veces más que Nextel; Claro, U$S 590 millones, y Movistar, de Telefónica, unos U$S 427 millones, publicó Nuestras Voces.
La clara preferencia del Gobierno por el grupo empresarial que comandan Magnetto, Noble, Aranda y Pagliaro generó más de un roce con las telefónicas, que ya amenazaron con llevar su reclamo al CIADI por el proceso de convergencia que abrió el decreto de Macri. Según consigna el matutino El Cronista, el Gobierno frenó la "venta" de frecuencias 4G que quedaron del refarming de Nextel. El cambio tecnológico permitió que quedara espectro libre, que la firma de Clarín tuvo que devolver.
A diferencia del kirchnerismo, que abrió un proceso de licitación, el Gobierno entregará las frecuencias "a demanda". Si una empresa quiere una frecuencia libre, automáticamente lo tendrá. En cambio, si hay dos o más que la reclaman, recién ahí habrá compulsa de precios. En un mercado oligopólico, la posibilidad de una cartelización es evidente.