El Gobierno nacional apostará a consolidar su poder territorial. Buscará convertir en votos ese idilio que tejió con los intendentes leales que lo acompañaron en los momentos más complejos de la era Kirchner. Son 19 distritos que integran la poderosa Tercera Sección electoral, y que se convierte, en sufragios, en el sector del país con mayor concentración de votos. Habrá respaldos, reconocimientos, disputas y hasta habrá lugar para saldar rencores.
El kirchnerismo mantiene un diálogo fluido, por distintas vías, con los jefes comunales y el mapa que se inicia en Avellaneda y se extiende hasta Punta Indio está en Olivos como referencia del camino político. Serán la mayoría de las comunas de esa región en donde no habrá disputa en las PASO: la orden del Gobierno fue evitar la multiplicación de listas allá en donde los intendentes mantuvieron una línea directa con la Casa Rosada.
Pero no todo es color de rosa. El Gobierno puso en veremos el futuro de dos intendentes que, si bien tuvieron pasos diferentes, sus relaciones políticas los pusieron cerca del peronista disidente Sergio Massa. Se tratan de Darío Giustozzi, recientemente exiliado del Frente Renovador, y de Martín Insaurralde, un dubitativo jefe comunal de afinidad personal con el tigrense.
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Y si bien "las puertas del FpV están abiertas" para recibir al éxodo massista, habrá señales hacia adentro y hacia afuera del mundo K. "Si el Gobierno no arma listas en Lomas y Brown, no sólo habrá descontentos en los distritos fieles sino que varios le perderán el respeto a la conducción", analizó un dirigente de relación constante con la mesa de decisión electoral del FpV.
En Almirante Borwn si Giustozzi disputa su retorno a la intendencia con boleta corta, habrá al menos dos espacios para disputar la representación del kirchnerismo en las PASO. Si el ex intendente retorna al FpV, se consolidará una sola lista ultra K.
Allí se anotan Mariano Cascallares, funcionario del IPS de Daniel Scioli, que tiene el mérito de haber esmerilado el poder electoral del diputado nacional en las elecciones de 2013, cuando pasó de ser el intendente más votado en 2011 -con un 72% de adhesiones- a que su lista, encabezada por su hermano Eduardo y con él en la sábana nacional junto al entonces victorioso Massa, lograra el 49% y el FpV más del 32,5 por ciento.
Pero Cascallares no está sólo. Existe un espacio referenciado en el ministro Florencio Randazzo, que tiene de cara visible al funcionario nacional Martín Arias Duval. Pero irrumpió en escena José Lepere, subsecretario general de la Presidencia y mano derecha de uno de los líderes de La Cámpora Wado De Pedro. Sin saber cuál será el destino de Giustozzi, el Gobierno advirtió: "Lo más importante es incluir y recuperar Almirante Brown para el proyecto nacional".
Lomas de Zamora es un caso de diván. Mientras Insaurralde presiona con encuestas para que le permitan ser candidato a gobernador, todo indica que deberá "cuidar" su terruño y disputar la reelección. En Olivos, a donde ya no tiene llegada, "se la tienen jurada" por sus vaivenes con Massa. Nadie confirma que lleve la lista kirchnerista en las PASO. Mientras tanto, tiene habilitado un partido vecinal para irrumpir por cuenta propia.
En la actualidad, se estima que el esposo de Jésica Cirio lograría sin complicaciones retener el municipio pero el Gobierno buscará ponerle resistencia para no entregarle el poder sin disputas. Allí se acrecentó la figura del titular del programa Fútbol para Todos, Pablo Paladino, que llenó de cartelería el distrito aunque tiene poca presencia real en el barro local. Algunas fuentes dicen que Cristina Kirchner preferiría que fuera el propio vicegobernador Gabriel Mariotto -referente de Paladino en Buenos Aires- el que pelee un mano a mano con Insaurralde.
Otra referente del espacio es Laura Berardo, una ex diputada provincial que buscará mantener su candidatura hasta el final y que se propone ante la Rosada ser víctima fatal de una derrota inevitable para que "el proyecto nacional" tenga representación en Lomas. También asoma en escena el concejal Juan Francisco Navarro, hijo del jefe de la bancada K en Buenos Aires y líder del Movimiento Evita, Fernando "Chino" Navarro.
La Cámpora decidió hacer pie con candidato propio en territorio real. Si bien Almirante Brown es una aspiración real, la consolidación de su impronta se fijó en Lanús. Allí, el vice ministro de Justicia de la Nación, Julián Álvarez, buscará ponerle fin al mandato de Darío Díaz Pérez, un intendente que supo visitar semanalmente Olivos para analizar con el ex presidente Néstor Kirchner la situación del Conurbano.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, respaldará la precandidatura de Daniel Gurzi para arrebatarle la intendencia a Francisco "Barba" Gutiérrez y recuperar el poder local de Quilmes. En otra comuna en donde se encontrarán dos listas en las PASO del FpV es en Florencio Varela, en donde Nuevo Encuentro buscará consolidar su presencia -en 2013 obtuvo un 12% en las urnas- ante el histórico Julio Pereyra.
En Avellaneda, Jorge Ferraresi enfrenta la interna del poderoso gremio municipal, en donde Hernán Doval amaga con jugarle la interna al intendente. Mientras que en San Vicente, existe un clima de tensión profunda ya que Daniel Di Sabatino, si bien es kirchnerista, tiene cortada las comunicaciones con los K locales. Encima, la oposición se reunió en un frente único que integran el Frente Renovador y los radicales.
Gustavo Arrieta también es acechado por esa misma oposición aunque cuenta con el respaldo de todo el universo K. en Berisso, Enrique Slezack tiene diferencias con algunos espacios K al igual que Mario Secco en Ensenada.
Luego, Fernando Espinoza será una lista en la poderosa La Matanza. Misma situación atravesarán Fernando Gray de Esteban Echeverría; Fernando Carballo de Magdalena; Hernán YZurieta de Punta Indio; Patricio Mussi en Berazategui; Gustavo Sobrero en Lobos; Alejandro Granados en Ezeiza; Karina Regueiro en Presidente Perón; y Gastón Arias de Brandsen.
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