El presidente Mauricio Macri suele trabarse a la hora de leer un discurso y en el acto por el Día del Ejército nacional, no fue la excepción.
El incómodo momento que vivió el mandatario fue en la mitad de su discurso cuando recitaba la parte: “No debe hacerse sin descuidar el objetivo principal e irr.. irres... irrenunciable”. Esa última palabra, se le complicó a Macri pronunciarla y al tercer intento la pudo pronunciar bien.
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“Las Fuerzas Armadas son un gran instrumento para potenciar nuestra inserción inteligente al mundo, reforzando la presencia en misiones de paz y continuando con desarrollo de medidas de confianza y reconocimiento a nivel regional”, expresó el presidente, antes del furcio que lo dejó en ridículo.
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