El FpV, Maximo candidato y las desventuras del joven Insaurralde

"Máximo al Gobierno, Cristina al poder." El afiche que el Frente Transversal que lidera Edgardo Depetri le dedicó al hijo de la Presidenta e inundó, al menos, el microcentro porteño no cayó nada bien en la cúpula de La Cámpora. "Son una burrada, ni Máximo ni nosotros estamos de acuerdo con eso", le vomitó a esta novel sección un miembro de la mesa nacional de la dogmática organización ultrakirchnerista y le recordó las propias palabras de su líder político: "Veremos más adelante lo que resuelven los compañeros, donde creen que uno puede servir; no tengo problema por el lugar. No es cuestión de ganas sino de construcción política. Muchos se ponen impacientes, pero hay que tener paciencia".

Máximo insiste ante su círculo íntimo que cualquiera de los precandidatos a Presidente del FpV están más preparados que él. "Hay que ser responsables", repite como un mantra. La discusión que ocupa los diálogos camporistas es sobre cuál será el lugar del ex gamer y actual genio de las finanzas internacionales en el armado kirchnerista. La posibilidad que esté entre los primeros cinco lugares de la lista de diputados nacionales por la Provincia de Buenos Aires -no necesariamente encabezando- se robustece a medida que pasan los días. Menos seductora aparece su candidatura por Santa Cruz o la intendencia de Río Gallegos, donde en los últimos sondeos aparece cabeza a cabeza con el actual jefe de la ciudad patagónica, Raúl Cantín.

La Divina Provincia

Tras la asombrosa excursión al maravilloso mundo de Massa, el devaluado Martín Insaurralde manifestó públicamente su voluntad de competir como precandidato a Gobernador por el "sciolismo", según sus propias palabras. Si bien las posibilidades de Daniel Osvaldo Scioli de erigirse como la alternativa posible del kirchnerismo en las PASO son insoslayables, el "sciolismo" -mal que le pese al jefe comunal de Lomas de Zamora- es una parte del Frente Para la Victoria y eso constituye un problema para el esposo de Jesica Cirio. "Si se postula para Lomas hasta puedo tener un gesto, pero no quiero que compita para la Gobernación", le dijo Cristina Kirchner a un intendente de la tercera sección. Cierto es, asimismo, que Insaurralde tiene un conocimiento e intención de voto al que no se le pueden acercar las inconducentes aventuras bonaerenses de Santiago Montoya o Carlos Castagneto. Y, como le gusta repetir a Hugo Omar Curto en privado, "el kirchnerismo entendió que cuando hay que ganar lo que importa es el territorio". This is a developing story.

Pero no es sólo el yerno de Horacio Cirio el que desea suceder a Scioli. Si bien el que pica en punta es Diego Bossio, de cerca lo siguen el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, el intendente de Berazategui, Juan Patricio Mussi, y el secretario de Seguridad, Sergio Alejandro Berni, que reapareció en escena luego de sus desventuras durante la noche de la muerte de Natalio Alberto Nisman. Son, casualmente, Mussi y Domínguez quienes acordaron caminar juntos la Provincia con un programa conjunto. Ambos, naturalmente, con el aval de Olivos. El ex ministro de Agricultura, además, con la venia de su amigo Francisco, el Sumo Pontífice. Este sábado darán las primeras señales en un acto que compartirán en el centro de actividades Roberto de Vicenzo de Berazategui. ¿Esto puede traducirse en una eventual fórmula? Dios proveerá.

En la próxima entrega: ¿los empresarios comparten lo que dijo su conductor Héctor Méndez? Creen que Macri tocó un techo y Massa está afuera de la pelea, pero tampoco que el candidato K los haga cruzar el Rubicón. Industriales y Celeste y Blanca, ¿habrá elecciones en abril? La PASO Michetti-Larreta y la oportunidad de la senadora de erigirse como candidata nacional.