El fondo de los jubilados acentuó su desplome en marzo, con lo que llegó a perder más del 30% de su valor en un año y medio. Luego de retener la cifra con los informes por seis meses, ANSES lo publicó hoy, el día posterior a que El Destape reveló que el Fondo de Garantía de Sustentabilidad perdió U$S 20.200 millones entre octubre de 2017 y 2018. La profundización se explicó por los negociados y el uso político con préstamos al Gobierno y créditos a jubilados, quienes antes sufrieron una pérdida en su poder adquisitivo.
Entre octubre de 2017 y marzo, el último dato disponible desde el lunes, el FGS se derrumbó U$S 21.950 millones, lo que implican U$S 1.750 millones adicionales a la baja de octubre 2018 expuesta por este medio el domingo en base a la planilla confidencial de que le entregó el organismo previsional al Congreso Nacional.
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Esto también implicó una caída interanual de U$S 19.944 millones, de acuerdo a los nuevos números oficiales. En marzo de 2019, el fondo alcanzó los $ 1.863.061 millones ($S 41.960 millones), mientras que en marzo de 2018 amasaba $ 1.265.940 millones (equivalentes a U$S 61.904 millones).
Desde la dependencia estatal argumentaron a este medio que no puede apoyarse en activos externos o empresas extranjeras, que lo protegería de la exposición a la depreciación del peso. Aclararon que se intentó revertir la prohibición que rige al FGS, pero que no prosperó en el Parlamento. No obstante, otras herramientas podrían haber contenido esta sangría inédita.
El descenso en la historia del fondo se debió a las operaciones que lo perjudicaron abiertamente, como las ventas de acciones denunciadas judicialmente y la suscripción de fondos comunes de inversión de funcionarios públicos que cobran comisión por transacciones que el FGS podría hacer por su cuenta.
Además, el ente previsional que dirige Emilio Basavilbaso utiliza nuevamente a la ahora tercera caja más grande del país para la campaña electoral. Como en 2017, ANSES relanzó los créditos personales, que son tomados principalmente por beneficiarios de la asignación universal por hijo para refinanciar créditos anteriores y compensar su pérdida de capacidad de pago, y no tanto por jubilados, que ya acumulan un nivel de endeudamiento considerable por el recorte que realizó Cambiemos con sus haberes.
La mala gestión del FGS incluyó entregarle más fondos al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, a través de los bonos estatales, el principal destino del dinero. Mientras en marzo de 2018 se aplicó allí el 56,6% de los activos, en el mismo mes de 2019 aumentó la participación al 59,6%.
La grave recesión que generó Mauricio Macri también tuvo impacto directo en la cartera del FGS, que se vio a través del desplome de las acciones argentinas.
Como reveló El Destape, el ahora encargado del fondo de los jubilados, Alejo Maxit, elevó también las disponibilidades, del 0,2% al 5,9% de marzo de 2018 a idéntico período de este año, un máximo histórico. Por su prácticamente nula remuneración, este rubro sólo puede acaparar el 10% del total. Los plazos fijos, otro de los conceptos más limitados, llegaron al 2% al final del tercer trimestre de 2019 desde el 1,6%.
Cuando Cambiemos asumió el gobierno, denunciaron que la gestión de Diego Bossio había colocado una porción relevante en plazo fijo y disponibilidades. Sin embargo, estos sólo representaron el 2,8% y el 1,8%, respectivamente, a octubre de 2015. La administración kirchnerista aclara que esta decisión la tomaron para darle más grados de libertad con el destino de los fondos, en lugar de entregarles obligaciones con bonos o fondos comunes que no iban a interesarles.
Maxit es, verdaderamente, el secretario general de ANSES, pero fue designado como titular del FGS ante la imposibilidad de conseguir que alguno de los candidatos acepte un cargo tan expuesto judicialmente.
Ante la consulta de este portal, desde el organismo respondieron que no asumirá nadie la subdirección operativa del fondo hasta octubre: “La contratación de un nuevo gerente general para los meses que quedan hasta la elección consideramos que es imprudente”. A lo que opinaron que “tampoco es tan necesaria mientras las operaciones del FGS sean las regulares y mínimas, como hasta ahora”. Estas transacciones fueron justamente las que le hicieron perder al fondo de los jubilados más del 30% de su valor.