Lo que no pudo reconocer ningún dirigente la alianza de Juntos por el Cambio, lo hizo el propio FMI: la deuda externa argentina es insostenible. Sin embargo, otro dato a tener en cuenta del comunicado emitido por el organismo es que los directivos del Fondo destrozaron el final del gobierno del expresidente Mauricio Macri.
Tras la culminación de la cuarta revisión del Fondo sobre las cuentas nacionales, el ente multilateral de crédito hizo un repaso de los los "riesgos" que tornan a la deuda como insostenible. El documento sentenció: "...desde julio de 2019, el peso se ha depreciado en más del 40 por ciento, el riesgo soberano ha aumentado cerca de 1100 puntos básicos, las reservas internacionales han disminuido alrededor de U$S 20 mil millones y el PIB real se ha contraído más de lo que había sido proyectado".
En la misma línea, fue terminante al marcar las consecuencias de la crisis sobre el peso de los compromisos: "Como resultado, la deuda pública bruta aumentó a cerca de 90 por ciento del PIB a fines de 2019, 13 puntos porcentuales más que la proyección en el momento de la Cuarta Revisión".
A su vez, el organismo que dirige Kristalina Georgieva destacó la labor de la gestión de Alberto Fernández al subrayar que "han implementado un conjunto de medidas para atacar la problemática de la pobreza y estabilizar la economía". Al mismo tiempo, señaló: "se ha buscado aumentar la recaudación en parte para financiar un mayor gasto social, que por lo general está dirigido a atender las necesidades de los más vulnerables".
"Las reservas internacionales y el peso se han estabilizado con el apoyo de los controles de capital y el superávit comercial. La inflación y las expectativas de inflación han bajado en los últimos meses", concluyó el comunicado.
En los próximos días, el ministro de Economía, Martín Guzmán, se encontrará con Georgieva, en la cumbre del G20 en Arabia Saudita. Lo cierto es que la solicitud de quita a bonistas privados de parte del Fondo será un instrumento que usará el Gobierno a la hora de negociar.