El fiscal de la Unidad Especial AMIA, Sebastián Basso, señaló que “después de 25 años es muy difícil encontrar evidencias que modifiquen la prueba consolidada". En ese sentido, admitió que "la AFI colabora en la investigación al igual que la Gendarmería, la Policía y otros organismos como Migraciones”.
En diálogo con El Destape Radio, el funcionario advirtió que “hay certezas en el caso AMIA que están complicadas y fuera de discusión. La AMIA fue volada producto de un coche bomba. El último tenedor del motor de la Renault Trafic fue Telleldín, quien está en juicio oral y se espera para este año una sentencia”.
“Lo de AMIA fue un atentado terrorista. La bomba fue colocada por un grupo operativo de la organización Hezbollah del Líbano. Un periódico en ese país le adjudicó el atentado, muchos de esos periodistas pertenecen a esta organización”, detalló.
Además, agregó: “Se determinó en esa época estaba en Argentina, coordinando esas acciones, un miembro de esa organización que tiene diversas personalidades: Salman Raouf Salman que es una persona de origen libanés que estaba casado con una argentina del círculo de Rabani”.
A la vez, el fiscal declaró que “el juicio por encubrimiento terminó en condenas para jueces, fiscales y policías. Eso determina que hubo irregularidades, delitos y cosas mal hechas. Algo de la prueba está contaminada” y remarcó que “los documentos desclasificados de la AFI o SIDE no han arrojado ninguna novedad que modifique el curso de la investigación”.
“Está probada la conexión local, con la participación de Telleldín, Rabani y el embajador. Hay, por supuesto, puntos oscuros”, indicó Basso. También destacó que “Moshen Rabani está radicado en Irán y decide no comparecer ante los tribunales argentinos”.
Además, Basso contó que no vio la serie referida al Fiscal: “No vi el documental de Nisman”.