El empresario desaparecido y los vínculos con La 12

14 de marzo, 2015 | 16.04


Hugo Díaz, el financista que desapareció misteriosamente el lunes pasado cuando salió de su oficina del microcentro porteño y a quien dos semanas antes le habían tiroteado su casa de Lanús, mantiene relaciones comerciales y sociales con uno de los líderes de la barrabrava de Boca Juniors, La Doce.

Díaz aparece en escuchas telefónicas en una causa que instruyó el juez porteño Manuel De Campos, en momentos en que el magistrado había ordenado la captura de Maximiliano "El Pela" Mazzaro, lugarteniente del ex jefe de la barra Mauro Martín, por su presunta participación en un crimen ocurrido en el año 2011. Cabe aclarar que, meses después, tanto Mazzaro como Martín fueron absueltos en el juicio oral y liberados.

Si bien Díaz sólo aparece mencionado en dicha causa (y jamás se lo acusó de delito alguno), sí queda en claro la íntima relación que mantenía con Mazzaro, con quien tendría conexiones comerciales y personales. ¿Su desaparición tiene relación con la barrabrava de Boca? La fiscal Estela Andrades, a cargo de la investigación, todavía no ha encontrado evidencias sobre el móvil del hecho. Lo que si han mencionado algunos allegados es que tenía una fuerte deuda por inversiones inmobiliarias.

Lo que también se analiza, según fuentes con acceso a la investigación, es un hecho surgido de la vida personal de Díaz. En los últimos meses, el financista y dueño de una empresa de ambulancias habría salido con una chica que era novia de uno de los jefes de la barra de Lanús. En febrero pasado, tal como se denunció en su momento en una fiscalía de Lomas de Zamora, la casa del empresario fue atacada a tiros por dos jóvenes que llegaron en una moto de alta cilindrada.

Díaz, según figura en el expediente, fue visto por última vez el lunes pasado cuando estuvo en su oficina del microcentro, en San Martín y Lavalle. Fue a una reunión en la peatonal Florida y después, según le envió un mensaje a su primo y socio, tenía previsto pasar a buscar su auto VW Vento en una cochera de la calle Lavalle, para luego regresar a su casa de Lanús. Nunca llegó a la cochera.

Lo más extraño es que al día siguiente, cuando ya estaba denunciada su desaparición, alguien ingresó con la clave de seguridad a su teléfono Nextel para escuchar los mensajes de voz. ¿Fue él mismo u otra persona? No se sabe, pero sí se espera conocer más con el análisis de las comunicaciones y con la visualización de más de cien cámaras de seguridad que ya han sido secuestradas.

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