El ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, destacó hoy la importancia de entender la identidad como un derecho. No se trata (sólo) del mensaje institucional de un ministro. La relevancia de esas palabras no tiene que ver con el cargo que "Wado" ocupa en el Gobierno nacional, sino con su historia personal, atravesada por la dictadura cívico militar y la lucha por los derechos humanos.
El ministro del Interior sufrió en carne propia el terrorismo de Estado. Su padre, Enrique De Pedro, fue desaparecido el 22 de abril de 1977 y su madre, Lucila Révora, fue secuestrada el 11 de octubre de 1978. En ese momento se encontraba embarazada (se presume que su hermano todavía tiene otra identidad) y vivía con Carlos Guillermo Fassano, quien también fue asesinado.
Esos hechos aberrantes se dieron cuando Wado De Pedro solo tenía dos años, quedando al resguardo de sus vecinos. Por la noche de ese mismo día, llegaron unos hombres que dijeron ser sus tíos y se lo llevaron. Vivió en cautiverio.
Tres meses después, la familia Révora lo recuperó. Decidieron que lo críe Estela Révora, hermana de su madre, y Javier Ustarroz, su marido.
Las vueltas de la vida hicieron que el funcionario, que tuvo que buscar su verdadera identidad y hoy está en su cargo como Ministro del Interior, sea el encargado de firmar el Documento Nacional de Identidad de miles de argentinos que obtienen o renuevan su documentación.
El posteo en Twitter le valió una ola de mensajes de afecto y reconocimiento. Como si fuera poco, en esa red social muchos recordaron que hace 18 años Wado De Pedro era reprimido y detenido por el Estado, en el marco del estallido social que terminó con la salida de Fernando De la Rúa de la presidencia.
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