El embajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez García, advirtió que en ese país hubo una "interrupción del orden constitucional" y un "vacío de poder" tras la renuncia del presidente Evo Morales, pero aclaró que "para el gobierno argentino, no hay golpe de Estado" luego de que las Fuerzas Armadas empujaran a la salida del mandatario legítimo y permitieran la toma del palacio de gobierno por parte del ultraderechista Luis Fernando Camacho.
"En Bolivia hay una interrupción del orden constitucional que seguramente va a tener consecuencias, espero que no graves", expresó el funcionario. Álvarez García, en diálogo con el canal TN, sostuvo que en el país vecino "hay un vacío de poder" que se traduce en informaciones cruzadas como las referidas a la supuesta orden de detención contra Morales.
Respecto a cómo calificaría los hechos ocurridos en aquel país, el funcionario los definió como "una interrupción del orden constitucional, eso es clarito", pero agregó: "Nuestro gobierno ha realizado declaraciones que no considera un golpe de estado, es una discusión que hay". "Sí creo que va a tener consecuencias, que espero no sean graves", añadió.
El funcionario señaló que son los jefes de las fuerzas militares y policiales los que se mantienen en sus puestos y están a cargo de la situación, hasta que este martes la Asamblea Nacional defina las autoridades provisorias. El embajador admitió que hay conversaciones con otras sedes diplomáticas en las que queda traslucida la preocupación por la seguridad. "Estamos en conversaciones con todos los embajadores. Están todos preocupados por la seguridad tanto de las embajadas como de las residencias", dijo el representante argentino.
Además, el embajador descartó que haya habido algún pedido de asilo político por parte de funcionarios del gobierno de Bolivia, a quienes les han violentado sus casas y agredido físicamente por parte de hordas de opositores enfurecidos.