Frente al llamado a votar en blanco de los partidos de izquierda y la duda de los kirchneristas de apoyar a Lousteau para que no saque tanta diferencia Rodríguez Larreta o no apoyar a ninguno de los dos, el porcentaje de voto en blanco puede ser uno de los más altos de la historia de las elecciones en la Ciudad. Distintas encuestas señalan que esta cifra estará entre un 6 y un 8 por ciento.
Sin embargo, el número quedará muy lejos de la suma que consiguió el voto en blanco en las elecciones Constituyentes del año 1957. Tras el golpe de Estado de 1955, la Revolución Libertadora había prohibido mencionar al general Juan Domingo Perón, habían derogado la Constitución de 1949, repuesto por decreto la de 1853 y aspiraban a reformarla. Para hacer esto último, convocaron a elecciones constituyentes con la particularidad de que el peronismo estaba proscripto.
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Desde el exilio, Perón reclamó a sus seguidores que votaran en blanco. Fieles a los órdenes de su líder, los peronistas optaron por el rechazo a los dos frentes radicales que se proponían como candidatos a reformar la Constitución: 2.119.147 fueron los votos en blanco (el 25 por ciento del padrón), mientras que la Unión Cívica Radical del Pueblo obtuvo 2.117.160 votos contra la Unión Cívica Radical Intransigente que consiguió 1.821.459.
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