La crisis económica que atraviesa el país amenaza también con extinguir una de las costumbres más arraigadas de nuestra cultura. En el país de la carne, no se consume carne debido a la fuerte suba de precios de 6,4% en marzo y que acumuló un aumento del 32,5% en el primer trimestre de 2019.
De esta manera, el consumo de carne se ubica en el nivel más bajo de los últimos 50 años con 49,6 kilos al año por persona al año, según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados.
Durante 2002, en plena crisis el consumo había llegado a los 58 kilos por persona. Un año antes, el promedio era de entre 62 y 64 kilos. En tanto, en 1990 el consumo alcanzaba el récord de 78,2 kilos.
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La causa de la crisis de consumo de carne se ve reflejada en los datos que acumula el macrismo. Entre diciembre de 2015 y marzo de 2019, los precios de la carne vacuna aumentaron un 134,1%, la de pollo el 154,6% y los cortes de cerdo el 126,8%.
El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) remarcó que en el comparativo interanual (marzo de 2018) la suba llega hasta 71,2%.