El cierre de listas en Santa Fe dejó heridos y exhibió fracturas

En el PJ hubo quejas porque quedó afuera Bielsa y encabeza La Cámpora. En el socialismo hubo ruido con Bonfatti por el apoyo a Lavagna-Urtubey. El PRO evitó la disputa con Corral pero tendrá interna con otro sector radical.

26 de junio, 2019 | 21.24

Las elecciones y el tenso cierre de listas en la provincia de Santa Fe, que desde el 10 de diciembre será gobernada por el peronismo, sacudieron el mapa político santafesino. Ahora resta saber los resultados de las elecciones nacionales, en las que el gobernador recientemente electo, Omar Perotti, confirmó que apoyará a la fórmula Fernández-Fernández.

En octubre, se pondrán en juego 10 bancas de las 19 que representan a la provincia, que no renueva senadores. Un dato a tener en cuenta: con la paridad entre las dos fuerzas más importantes, la mejor elección que puede hacer el PJ o Cambiemos le permitiría ingresar cinco diputados. Otro apunte importante: ninguno de los candidatos que tuvieron chance de ser gobernador -María Eugenia Bielsa (peronismo), Antonio Bonfatti (socialismo) y José Corral (macrismo)- integrará las listas, aunque sus nombres aparecieron en la discusión durante las definiciones.

Es importante destacar que nacionalizar el resultado provincial, donde Cambiemos quedó tercera lejos, es un error. La elección provincial no se puede extrapolar a la nacional, en la que las listas de diputados van pegadas a las fórmulas presidenciales, en lugar del sistema de boleta úbica que se usa en los comicios santafesinos. La boleta sábana tracciona desde arriba hacia abajo, y está claro que la polarización de la compulsa será entre el peronismo unido y Cambiemos. La avenida del medio de Roberto Lavagna, una vez conocida la inclusión del justicialista Miguel Ángel Pichetto como candidato a vice de Mauricio Macri y el paso de Sergio Massa al Frente de Todos, es cada vez más angosta.

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PJ


En el peronismo casi todos coinciden en afirmar que Omar Perotti no intervino en la confección de la lista y que se respetaron los acuerdos establecidos después de las PASO por los que se bajaban los candidatos kirchneristas Marcos Cleri y Leandro Busatto a cambio de encabezar las nóminas de candidatos nacionales y provinciales, respectivamente. El kirchnerismo pone en juego cuatro bancas y el Frente Renovador, que va por adentro de la lista del Frente de Todos, otras dos.

El camporista Cleri es secundado por Alejandra Obeid (PJ), Germán Martínez (La Corriente, responde a Agustín Rossi), Vanesa Masettani (massismo), Jorge Hoffmann (ATE), Natalia Ocampo (La Bancaria) e Ignacio Rico (Movimiento Evita) ocupa el séptimo lugar, aunque peleó hasta el último minuto para que le den el quinto.

El peronismo tuvo una tarde febril, con algunas idas y vueltas en las posiciones. Bielsa pidió el primer lugar, que finalmente se quedó La Cámpora. Le ofrecieron el segundo y decidió no formar parte. "Si no es primera, no va", decían en su entorno el sábado por la tarde.

La decisión de poner a Cleri encabezando la nómina generó quejas en algunos sectores, que veían con mejores ojos que ese puesto sea ocupado por la exvicegobernadora. "Todo el mundo está a las puteadas, no era tan difícil poner a Cleri segundo y a María Eugenia arriba", decían desde otra de las fuerzas que componen el Frente de Todos. Un asesor del sector de Rossi retrucó: “La lista fue consensuada entre todos los espacios. Quienes no están es porque no quisieron participar”.

Sin embargo, la arquitecta no se quedaría con las manos vacías por su gesto de acompamiento a Perotti luego de perder la interna, actitud clave para ganar la provincia. Hay un fuerte rumor de pasillo que dice que el rafaelino le ofreció el ministerio que ella elija. "Todo se resolvió desde Buenos Aires. Está clarísimo por cómo quedó armada la lista", dijeron en off desde el bielsismo. "Lo del gabinete es muy pronto hablarlo ahora. Perotti está descansando. Ya habrá tiempo para eso", aclararon, sin descartar el trascendido.

 

 

Cambiemos



En Cambiemos el PRO evitó la crisis con el sector de Corral, que finalmente respetó el pacto y cedió el primer lugar a Federico Angelini, aunque igual habrá interna con otro sector de la UCR. El grupo de la Universidad Nacional del Litoral ubicó en el segundo lugar de la nómina refrendada por la Casa Rosada a Ximena García, una joven abogada y militante de Franja Morada. El oficialismo nacional tiene cuatro legisladores que terminan su mandato.

"Esto no fue ordenado desde Buenos Aires, fue la propia gente de Corral como Mario Barletta, Hugo Marcucci y el rector Enrique Mamarella la que le dijo que si violaba el acuerdo no iban a valer nada", comentó un referente del PRO de Rosario. "Había un pacto fuerte que no se podía romper, porque explotaba todo".

Pero no era el único frente de batalla: el liderazgo de Angelini fue cuestionado desde el propio PRO tras la pésima performance de Roy López Molina en Rosario, que quedó en tercer lugar como candidato a intendente. El diputado nacional Lucas Incicco intentó judicializar las decisiones tomadas por el jefe del partido, que incluso fue responsabilizado por el secretario Ricardo Schlieper como el artífice del papelón de Macri en un club de barrio rosarino el 20 de junio, donde le habló a niños de primaria sobre mafias y corrupción. Finalmente, pese a los amagues, no presentaron lista propia.

Sin embargo, a última hora, otro grupo radical (el MAR, de Julián Galdeano) inscribió su nómina y la composición final de la lista se definirá en las primarias. Lo que explican desde la mesa chica del macrismo santafesino es que Galdeano quería el cuarto puesto, y ya había un compromiso para dárselo al sector de Elisa Carrió, por lo que le ofrecieron el quinto, propuesta que no aceptó. "No está claro si van a ir pegados a la boleta presidencial o con la corta. Eso lo definen los apoderados nacionales", aclaró el dirigente.

 

 

Socialismo

 

En una jugada que, luego de la derrota electoral, volvió a dejar en claro el cortocircuito entre ambos sectores, Antonio Bonfatti no incluyó dirigentes de su tropa en el armado de las listas. Por ello, los socialistas que forman parte de la nómina son del riñón de Miguel Lifschitz, que lanzó varios tiros por elevación a su compañero de partido luego de conocerse los resultados del 16 de junio.

Enrique Estévez, cabeza de la lista e hijo del fundador del fundador del Partido Socialista Guillermo Estévez Boero, salió a desmentir una fractura pero reconoció que "hay dificultades" entre los dos espacios. Si bien destacó que la nómina contempla a todos los partidos que integran el Frente Progresista, lo cierto es que los lugares que ocupa el PS son de gente del actual gobernador: a Estévez lo seguirán Carolina Piedrabuena (grupo NEO UCR), Horacio Ghirardi (PS), María Florencia Barcarolo (demócrata progresista), Gabriel Báez (Libres del Sur) y Marilina Grande (GEN).

El socialismo no quiere repetir el error de ir con boleta corta cometido en 2015, cuando Hermes Binner -otrora un gran elector- sufrió las consecuencias de ir sin candidato a presidente y quedó en un vergonzoso cuarto lugar que cerró su carrera política. Por eso la boleta irá pegada a la fórmula presidencial de Consenso Federal integrada por Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey. 

Esta habría sido una de las razones por las que Bonfatti prefirió mantenerse al margen: si ya era difícil tragarse a Lavagna, la inclusión de un conservador como el salteño hizo trizas toda posibilidad de acompañamiento. La aventura nacional siempre fue un anhelo de Lifschitz y terminó totalmente desdibujada. Quien perdió la batalla por la gobernación santafesina eligió no pagar esos platos rotos.

No obstante, un asesor del exintendente de Rosario le bajó el tono a la polémica: "No pasa nada con Antonio (Bonfatti)". La fuente afirmó que el armado fue consensuado y no impuesto, luego de que dieran vuelta algunos nombres que generaban ruido: "Hubo acuerdo con Estévez por la mirada compartida de apostar a las nuevas generaciones", detalló. Y sobre la inclusión de Urtubey, dijo que "es la alternativa posible, no la ideal". Está claro que el salteño no le gusta al partido de la rosa, pero la correlación de fuerzas es contraria al socialismo, luego de perder la provincia, como para poder reclamar participación en la fórmula.

El primer objetivo, dicen desde el sector de Lifschitz, es volver a tener diputados en el Congreso, que hoy no poseen. El segundo es no caer dentro de las dos opciones de Cristina y Macri, "porque representan ajuste y corrupción". Por eso -argumentan- eligieron la alternativa de Lavagna, "que representa algo más progresista". "El socialismo encabeza listas en Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos con boleta larga que te asegura algunos lugares. Si querés hacer política te metés, si querés hacer ideologismo o un partido universitario no lo hacés y vas con boleta corta", cerró el asesor. La campaña acaba de comenzar.

 

*Nicolás Maggi es corresponsal de El Destape en Santa Fe.

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