Miguel Ángel Russo se convirtió en el nuevo técnico de Boca Juniors. A falta de pocos días para terminar el año, el flamante entrenador será presentado por la comisión directiva en cabezada por Jorge Amor Ameal, Mario Pergolini y Juan Román Riquelme.
Russo fue oficializado a pocos días de que el ídolo máximo del club ganara las elecciones junto a Jorge Amor Ameal, en lo que significó el fin de 24 años de gobiernos macristas. De esa forma, el entrenador regresa al club en el que ganó la Copa Libertadores 2007, la última que obtuvo el 'Xeneize' y que le es muy esquiva desde entonces.
Está claro que el objetivo máximo del DT será repetir esa gesta que logró justamente junto con Riquelme, cuando este aún era futbolista. Además deberá superar la racha negativa del equipo frente a River, que llevaba varios mano a mano fallidos en los últimos años.
Desde su último paso por Boca, Russo alternó buenas y malas en el fútbol argentino y también en el exterior. En la máxima División nacional condujo a San Lorenzo, Rosario Central (en dos etapas), Racing Club, Estudiantes de La Plata y Vélez Sarsfield; en tanto que en el exterior dirigió a Millonarios de Colombia, Alianza Lima de Perú y Cerro Porteño de Paraguay.
Afectado por problemas de salud que finalmente logró superar, el nacido en Lanús obtuvo el Torneo Finalización 2017 y la Superliga 2018 con Millonarios. No obstante, no pudo superar la fase de grupos de la Libertadores ni avanzar en la Copa Sudamericana.
El 2019 lo repartió entre Alianza Lima y Cerro Porteño. En Perú no tuvo un buen paso: Dirigió 15 partidos y sólo ganó tres, además de quedar rápidamente eliminado de la Libertadores. En tanto que en Paraguay tuvo un andar irregular en el torneo local y quedó eliminado en octavos de la Libertadores ante River.
Desde su alejamiento de Boca por el banco pasaron nombres destacados: Carlos Ischia, Alfio Basile, Claudio Borghi y Carlos Bianchi son algunos de ellos. Ninguno pudo ganar la Libertadores, que se volvió a convertir en una obsesión del elenco boquense. Los que más cerca estuvieron fueron Julio César Falcioni y Gustavo Barros Schelotto, que perdieron sendas finales.
De la mano de la nueva dirigencia y con el apoyo de Riquelme y varios ídolos del club, Russo asume un importante desafío que implicará en principio el rearmado del equipo, para el que ya suenan varios jugadores.