La recesión golpea a las expectativas de los consumidores quienes, previendo momentos difíciles en los económico, pospone consumos esenciales y tratar de cuidar los escasos ingresos para hacer frente al costo de vida, reveló una encuesta de la consultora Analogías, que conduce la socióloga Analía del Franco.
Según el relevamiento, que fue consignado por el diario Ámbito Financiero, casi un 70% de los consultados piensa que va a reducir su consumo de energía, entre los servicios públicos, afectados por el tarifazo, y el combustible para sus vehículos. Apenas un 2% considera que va a incrementarlo.
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Este punto es importante porque se trata de un consumo esencial de las familias. Reducirlo implica una clara señal de austeridad.
Cuando se les hace la misma pregunta relacionado a compras de electrónica, un tipo de gasto que los individuos realizan cuando sienten que pueden cubrir sus necesidades básicas, los números son similares. Allí hay un poco de optimismo, porque "solo" el 60% bajará este tipo de gastos. La cantidad que aumentará esta inversión en electrónica y electrodomésticos es similar al primer caso: 2,2%.
Si observamos el consumo de alimentos y productos de almacén, los números son bien claros: el 64% achicará los gastos, contra un 25% que intentará sostenerlo. Puntualmente en el caso de la carne, el 57,4% admitió que va a discontinuar el asado con amigos y familiares, contra solo un 5,8% que anuncia un aumento del consumo de estos productos.
La encuesta se realizó entre el 22 y 25 de julio, sobre 4.056 casos relevados a nivel telefónico.
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