La Argentina se encuentra "ante la necesidad de hacer ajustes", advirtió hoy el economista José Luis Espert en una columna de opinión en el diario La Nación. El economista de PRO volvió a pedir recortes y alertó que si no se realizan se vivirá una crisis similar a la de 2001.
Espert reclamó equilibrar las cuentas públicas, para lo cual demandó "prescindir de gran parte del empleo público, claramente inoperante, devaluar el peso, congelar el gasto público, eliminar el cepo y anunciar una promesa creíble de que se dejará de emitir para financiar el déficit fiscal residual". Esto último consiste en pedirle dólares prestados al FMI para solventar los rojos del Estado, habida cuenta de que la tasa que rige para la Argentina hoy día supera ampliamente el tipo de interés internacional.
En su artículo, el economista alertó que encima de la Argentina "sobrevuela el fantasma de una nueva crisis, si no se acertara con el remedio y la dosis adecuada".
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Espert, economista no orgánico al PRO, apareció un mes atrás ante empresarios con la promesa de que si Mauricio Macri llega al sillón presidencial, tomará las medidas de ajuste "necesarias". Además, califica allí a las paritarias como un concepto fascista.
Miguel Ángel Broda, otro analista ortodoxo y amarillo, fue denunciado por infundir temor público, al advertir que el "ajuste se hará a los golpes". El abogado denunciante Dario Antinori señaló que esos dichos podrían configurar delitos de acción pública, como la intimidación pública.
Aplicar el plan económico macrista expuesto por Espert, Broda y Carlos Melconian, de abrir el comercio, eliminar las paritarias y salir del cepo en un día destrozaría la economía. Especialistas proyectaron que se perderán 327.000 empleos, la fuga de divisas gestaría una devaluación de más del 44% y caería una mayor proporción el poder adquisitivo de los trabajadores.