El modelo económico de Cambiemos dejó graves consecuencias en los principales indicadores de la Argentina, que ahora debe un Producto Bruto Interno prácticamente completo, se fomentó la fuga de capitales y cayeron los salarios, frente a un importante incremento de las tarifas.
Una de las promesas más difundidas de Cambiemos fue la baja de la inflación, la cual calificó como una tarea sencilla y aseguró que se llegaría a un indicador de sólo un dígito. Sin embargo, el alza de precios pasó del 23,6% en 2015 al 47,6% en 2018.
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Lo que tampoco pudieron contener fue el valor del dólar y se generó una hiper devaluación, ya que la moneda norteamericana pasó de $9,82 a $38,90 en tres años.
Con el macrismo, la deuda ascendió a U$S 320.955 millones, lo que equivale a un 99,5% del PBI. Así, el Producto Bruto Interno cayó un 40% en un año. En concreto, el este indicador implicaba, en 2015, U$S 16.727 por persona mientras que en 2018 ese monto descendió a U$S 12.258.
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Además de destruir el PBI, el Gobierno de Cambiemos fomentó la fuga de divisas, que fue de U$S 27.500 millones sólo en 2018.
Mientras tanto, los salarios cayeron un 50% en dólares desde el 2015, mientras que las tarifas subieron un 54% en el mismo período. Todo este combo se completó con un aumento del desempleo, que pasó del 5,9% al 9,1% en tres años.
El "huracán Cambiemos" prácticamente duplicó el riesgo país, que subió de 438 puntos a 815 en tres años y no cumplió con las metas de reducción del déficit prometidas: el fiscal pasó del 5,1 al 5,8% en tres años y el de la cuenta corriente lo hizo del 2,7% al 5,8% en el mismo período.