Más de la mitad de los jubilados de nuestro país sufre de insuficiencia de ingresos, se ve obligado a recortar en gastos de salud, no tienen capacidad de ahorro y declaran atravesar algún malestar psicológico.
Así se desprende de un reciente informe de la Universidad Católica Argentina en conjunto con la Fundación Navarro Viola brindó sorpresivos datos sobre la población de adultos mayores a 60 años: "El 50% de las personas mayores no se sienten valoradas por el resto de la sociedad, sienten que su opinión y experiencia nos les importa al resto", señaló a El Destape Inés Castro Almeyra, directora ejecutiva de la fundación.
La situación económica de los jubilados en Argentina es desfavorable: el 15.9% declaró que tuvo que dejar de ir al médico o al odontólogo por falta de dinero y el 14.4% señaló que debió suspender la compra de al menos un medicamento por el mismo motivo. En torno a ello, 3 de cada 10 abuelos se consideran sin los ingresos suficientes para lo cotidiano y 7 de cada 10 se encuentra en una vivienda donde existe algún tipo de déficit habitacional.
Además de ser los primeros perjudicados durante una crisis económica, "el Estado no suele poner a los adultos mayores en primer plano, siempre se piensan las acciones para los niños o para los adolescentes pero se deja al otro grupo etario de lado", opinó Castro Almeyra.
Asimismo, el 22.4% de los encuestados señaló sufrir algún malestar psicológico. "Son muy pocos quienes tienen proyectos de vida, que es trascender el hoy, pensar en un futuro cercano", explicó la directora de la iniciativa "Mayores en Acción" que propone que todo el mes de octubre los abuelos sean considerado los protagonistas.
Acorde al censo del año 2010, hay aproximadamente 6 millones de personas mayores de 65 años en el país, lo cual implica que el 10% de la población son jubilados. Se estima que el número alcanzará el 12.7 % en el 2025 y el 19 % para el año 2050. "Esto implica que somos un país que envejece y por ellos son muy importantes las medidas que se tomen en torno a los adultos mayores".
"Es necesario un cambio de paradigma. No podemos permitir que porque terminan una vida productiva dejen de existir y se vuelvan invisibles para la sociedad", concluyó la directora de Navarro Viola.