Ante el avance del coronavirus por el mundo, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, declaró la emergencia nacional, lo que en la práctica le permite movilizar más recursos públicos para estados y municipios. La medida permitirá utilizar unos U$S 50.000 millones disponibles en el fondo especial para desastres.
En conferencia de prensa desde la Casa Blanca, Trump oficializó la iniciativa en plena escalada de la pandemia que obligó a cerrrar escuelas, cancelar eventos públicos y dejó a millones de personas trabajando desde sus casas.
La declaración de emergencia por motivos de salud solo se ha aplicado dos veces debido a un brote infeccioso. La decisión de la Casa Blanca llega dos días después de que se dispusiera la cancelación de los vuelos hacia y desde Europa.
De momento, Estados Unidos era un país poco afectado en términos relativos, con 1.700 casos confirmados y 41 muertes en una población de 327 millones de personas, pero los expertos advierten de que la cifra crecerá y las quejas por la falta de tests para personas con síntomas se han multiplicado.
Con el objetivo de acelerar su producción, la Agencia estadounidense del Medicamento autorizó a la compañía farmacéutica suiza Roche a vender pruebas a sus laboratorios y el Departamento de Salud inyectará fondos a otras firmas (DiaSorin Molecular y Qiagen) para desarrollar análisis que proporcionen resultados rápidos.