El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este miércoles que Irán parece estar "retirándose" y dijo que ningún estadounidense resultó herido en el ataque del martes con misiles balísticos de Irán contra dos bases iraquíes que albergan tropas estadounidenses. Sin embargo, no hizo ninguna referencia a futuros ataques militares, en un guiño a una posible desescalada del conflicto bélico desatado desde el asesinato del general iraní Qasem Soleiman.
Durante su mensaje, el mandatario norteamericano le solicitó a la OTAN que refuerce su presencia en el Medio Oriente y exhortó a Rusia, China y países europeos a involucrarse en el conflicto, a la vez que resaltó que Estados Unidos ya no necesita nada de la zona del Golfo Persa: "Nuestro país logró el autoabastecimiento energético durante mi gestión. No necesitamos el petróleo de Medio Oriente", enfatizó.
Asimismo, Trump reiteró su posición de que "a Irán nunca se le permitirá tener un arma nuclear" y anunció que reforzará las sanciones económicas contra el país.
"Los estadounidenses deberían estar extremadamente agradecidos y felices. No hemos recibido ninguna baja, sólo daños mínimos", sostuvo el mandatario, quien así contradijo a la cifra de "80 muertos" que publicaban medios persas.
El mandatario brindó la declaración en la Casa Blanca acompañado por el vicepresidente, Mike Pence; el secretario de Estado, Mike Pompeo; el titular del Departamento de Defensa, Mark Esper; y líderes militares: "Mientras yo sea presidente, nunca le permitiremos a Irán tener un arma nuclear", remarcó.