La Cámara de Diputados bonaerense dio media sanción al proyecto de Ley Impositiva enviado por el gobierno de Axel Kicillof. Ahora, deberá ser tratado por el Senado, donde se había impedido su debate a fines de 2019.
Después de que legisladores de la oposición rompieran el consenso que habían trabajado sus intendentes con el Ejecutivo provincial la semana pasada, el texto ingresó esta mañana a la Cámara baja y consiguió la media sanción pasadas las 15.
El proyecto de ley pasará así al senado, que lo debatirá esta misma tarde. El oficialismo convocó a tres sesiones en diputados - a las 11, a las 15 y a las 18 - con el objetivo de prever posibles cambios en la Cámara alta y habilitar su tratamiento, nuevamente, en la baja para tener la sanción este mismo miércoles.
Ayer, vía Twitter, Kicillof envió un claro mensaje al respecto, tras la caída del acuerdo con Juntos por el Cambio: "Esperamos que la oposición actúe con la responsabilidad que las y los bonaerenses necesitan: sin desfinanciar a la Provincia y sin beneficiar, exclusivamente, a los sectores más privilegiados".
El mandatario remarcó que el gobierno accedió a realizar modificaciones al proyecto que ingresó a la Legislatura para comenzar su debate mañana. Kicillof destacó, al respecto, la reducción del segmento que tendrá incremento por encima de la inflación a menos del 25% de las partidas; que los jubilados con haberes mínimos quedarán exceptuados del pago del impuesto inmobiliario urbano; la reducción de la alícuota de Ingresos Brutos a los servicios jurídicos, notariales, de contabilidad, auditoria y asesoría fiscal, de diseño especializado, actividades profesionales científicas y técnicas.
Otras de los cambios fue la reducción de alícuotas a ventas en comercios minoristas de almacén, kioscos y alimentos; la extensión de beneficios para Pymes agropecuarias, del impuesto automotor para transportes municipales y la exclusión del pago de tasas e impuesto inmobiliario a asociaciones civiles.
Además, se propuso la descentralización en los municipios del cobro de patentes para modelos 2009; y un techo al incremento del impuesto automotor que no podrá ser superior a la inflación del año pasado.
Pese a estos cambios, el oficialismo pujó para mantener el espíritu progresivo de la ley y no cambiar el tope de suba del 75% para los sectores más pudientes, con más de 2000 hectáreas y propiedades mayores a US$ 300.000 de valor real. Ésto alcanzaría a unos 200 ruralistas y a poco más de medio millón de propietarios urbanos, en un universo de 4,5 millones. En tanto, quienes perciban la asignación universal por hijo, jubilados y los clubes quedarían por fuera de la actualización de impuestos, otra de las cláusulas progresivas del proyecto.