La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, acusó que una minoría social "alimenta con odio al pueblo porque no aguanta el ascenso social". Además, aseguró que pese a la crisis no reducirá la asistencia social, como instaló la oposición en campaña.
"Alimentan a diario a través de la prensa, con odio e intolerancia, a un pueblo que nunca tuvo esas características, porque no aguanta el ascenso social que vivimos estos años", criticó la mandataria, refiriéndose a más de 40 millones que lograron salir de la pobreza.
Además, dijo que se les miente a los 22 millones de nuevos empleados que "por primera vez tienen auto, o viajan en avión y colman los aeropuertos. Todo eso antes estaba reservado sólo a los ricos".
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Rousseff ratificó que pese a la crisis económica no reducirá los recursos destinados a la Bolsa Familia, el más conocido de los programas de asistencia social de su gobierno y de su predecesor Luiz Inácio Lula da Silva.
"Cortar recursos para la Bolsa Familia significa atentar contra 50 millones de brasileños, los que hoy tienen una vida mejor por causa de ese programa", afirmó la mandataria perteneciente al Partido de los Trabajadores (PT). "No podemos permitir que haya un recorte, estoy segura de que el sentido común prevalecerá al momento de definir los recursos para el programa" en el presupuesto de 2016, señaló.