Otro revés para los Macri en torno a Correo Argentino. Les rechazaron un descargo donde negaron las maniobras de vaciamiento de Correo Argentino denunciadas por la fiscala general Gabriela Boquin por las que, tal como informó El Destape, desviaron al menos 35 millones de pesos hacia directores de la empresa, estudios de abogados y consultoras y empresas de publicidad que, en muchos de los casos, tenían vinculaciones con el holding Macri y que hoy son importantes miembros del Gobierno.
Al igual que en presentaciones anteriores, los Macri buscaron desacreditar el trabajo de Boquin. Plantearon que el dictamen donde la fiscala mostró las maniobras de desvío de fondos es un “inusitado dictamen”, dijeron que “su proceder es injustificado e inexcusable”, que “no es función de la Fiscal encausar, dirigir o impulsar el proceso concursal”, que “su deber es velar por la legalidad del proceso, y poco hace y ha hecho ya desde hace mucho tiempo al respecto”. Todas estas agresiones solo muestran la falta de argumentos de la familia presidencial frente al prolijo y minucioso trabajo de la fiscala Boquin, que logró primero frenar la condonación de la multimillonario deuda que intentó (y, pese a todo, aún intenta) Macri y luego denunció que no solo los Macri no pagaron su deuda con el Estado sino que se dedicaron a vaciar Correo Argentino.
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La respuesta de las camaristas Matilde Ballerini y Maria Lilia Gomez Alonso, que son parte del letargo de más de 17 años de esta causa, llegó en menos de 24 horas y fue tajante: “Se hace saber que no serán atendidas las manifestaciones efectuadas toda vez que no existe norma que autorice tal presentación y, de admitirse las consideraciones vertidas, se estaría permitiendo una réplica no prevista en la ley 24.946 ni en el ordenamiento procesal, especialmente si no media situación que justifique actuar de otro modo”.
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El escrito de los Macri lo presentó Jaime Cibilis Robirosa, presidente de Correo Argentino, con Leonardo Kleidermacher como abogado. Cibilis Robirosa está imputado y ya fue indagado por el vaciamiento de Correo Argentino en la causa penal que maneja el juez Ariel Lijo en Comodoro Py. En esa causa está imputado el presidente Mauricio Macri, que por un lado maneja sus tensiones con el juez Lijo y por el otro ya mandó a sacar primero al fiscal Juan Pedro Zoni para colocar en su lugar a Gerardo Pollicita al que hace pocos días hizo reemplazar por el más servicial aún Eduardo Taiano.
Para los Macri, el último dictamen de la fiscala Boquin es un “refrito” de dictámenes anteriores. La realidad es que se trata de un complemento, ya que en 2017 Boquin denunció el vaciamiento de Correo Argentino direccionado hacia Socma y Sideco, luego encontró el desvió de varios millones de dólares hacia la firma Neficor radicada en Uruguay y, hace unos días, la fuga de al menos 35 millones de pesos hacia de estudios de abogados y consultoras vinculadas a ellos e incluso hacia bolsillos de históricos gerentes del holding Macri que hoy están en el Gobierno.
“No hay vaciamiento alguno”, plantearon los Macri en su descargo. “No lo hay técnicamente, porque Correo Argentino es una empresa privada, no quebrada, que simplemente ha pagado sus gastos corrientes con sus propios recursos”, insistieron. Nada explicaron, sin embargo, sobre por qué una empresa que no tiene actividad desde el 19 de noviembre de 2003 tendría gastos. Lo único cierto es que no está quebrada, algo que lograron gracias a la complicidad judicial de las mismas juezas que hoy rechazan su descargo y de varios funcionarios que durante años no pidieron la quiebra.
En su escrito, el presidente de Correo Argentino reconoció, por un lado, que Correo Argentino le pagó alquileres millonarios a Sideco, algo que denunció en su momento Boquin. El gasto no se justifica: la empresa no tiene actividad. Por otro lado, Cibilis Robirosa aseguró que entre febrero de 2016 y abril de 2019 Sideco y Socma aportaron, como sus accionistas controlanates, 17 millones de pesos a Correo Argentino. Según su versión, no vaciaron sino que llenaron Correo Argentino “para que pueda seguir subsistiendo y actuando en defensa de sus legítimos intereses y los de sus acreedores”. La empresa, vale repetir, no tiene intereses ya que no tiene actividad. Su acreedores, con el Estado a la cabeza, llevan más de 17 años sin recibir un centavo.
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En el descargo los Macri niegan que la empresa no tenga actividad, justifican los millonarios gastos en abogados e incluso los honorarios a directores pese a que la empresa reportaba pérdidas. También justificaron la maniobra por la cuál los mismos estudios de abogados cuyos socios integraban el directorio de Correo Argentino mientras eran apoderados de acreedores de la empresa. Fue un escrito en vano. Ingresó a la Cámara Comercial el lunes a las 13.27 horas. Ayer, las camaristas Ballerini y Díaz Cordero lo rechazaron de plano.