El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, fue detenido hoy por la policía británica dentro de la embajada de Ecuador en Londres luego de que el gobierno ecuatoriano le retirara el asilo por el que estaba en el edificio desde 2012, evadiendo una orden de captura por violación de arresto domiciliario, informó la policía.
"Ecuador ha cancelado ilegalmente el asilo político de Assange en violación del derecho internacional", publicó la cuenta oficial de Wikileaks durante esta mañana. Además, enfatizaron que fue el propio gobierno de ecuatoriano el que invitó a la policía a entrar a la embajada y retirar a rastras al fundador del mayor medio de filtraciones políticas del mundo.
Tan solo una semana atrás, ante los rumores de su expulsión, el ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, José Valencia, tildó de "rumores infundados" a la presunta inminente salida de Julian Assange, de la Embajada del país andino en Londres.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"Rumores de la 'inminente' salida de Assange vienen desde meses atrás. El Gobierno no hará comentarios sobre los actuales rumores infundados, que además son insultantes", señaló el titular de la diplomacia ecuatoriana en su perfil de la red social Twitter.
"Este hombre es un hijo, un padre, un hermano. Ha ganado docenas de premios de periodismo. Ha sido nominado para el Premio Nobel de la Paz todos los años desde 2010. Poderosos actores, incluida la CIA, realizan un esfuerzo sofisticado para deshumanizar, deslegitimar y encarcelarlo. #ProtectJulian", finaliza el comunicado de Wikileaks en Twitter.
Assange permanece dentro de la misión diplomática ecuatoriana en Londres desde hace seis años y cuatro meses, luego de que la policía londinense intentara detenerlo el 21 de agosto de 2010 por indicaciones de la policía sueca acusado de la violación de Anna Ardin y el acoso sexual de otra mujer.
El programador australiano es buscado en todo el mundo por la filtración de documentos que forman parte de los secretos de Estado de distintos países. Por ejemplo, de las acciones belicistas de Estados Unidos en Oriente medio, por lo que la mayoría de las figuras predominantes, incluyendo el actual presidente Donald Trump, piden su ejecución.