La sorpresiva detención de la dirigente política Milagro Sala provocó un nuevo cruce entre el actual oficialismo de Cambiemos y el Frente para la Victoria, esta vez desde el Parlasur. Varios dirigentes del FpV cuestionaron la detención de Sala, entre ellos el presidente del Parlasur, Jorge Taiana, que solicitó un informe a la Cancillería y esta se lo negó.
Taiana había enviado un escrito como parte del cuerpo colegiado del Mercosur que "en forma urgente" le haga llegar información sobre la detención de Sala y sobre "las medidas adoptadas a fin de asegurar su integridad personal, su libertad, el debido ejercicio de sus garantías judiciales y su derecho a manifestarse libremente".
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
En tanto, la respuesta de la cartera conducida por Susana Malcorra no tardó en llegar. En un comunicado, la Cancillería remarcó que "el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto no tiene injerencia en las cuestiones vinculadas a los delitos que se le imputan a la mencionada dirigente política".
La cartera, que conduce la ministra Susana Malcorra, señaló que "la situación procesal" de la líder de la Tupac Amaru y su "eventual desarrollo es de incumbencia exclusiva de la Justicia".
Otros dirigentes del peronismo se manifestaron en contra de la detención de Sala por presunta "instigación a cometer delitos" y "tumulto". El presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, acusó al gobierno de querer "invisibilizar a las organizaciones sociales" y pidió "libertad" para la líder de la agrupación Tupac Amaru.
La diputada nacional Juliana Di Tullio, por su parte, definió la detención como un "retroceso en materia de derechos humanos". "Inventen lo que les plazca pero a Milagro Sala la detuvieron por una protesta social".
El ex ministro de Trabajo, Carlos Tomada, definió este hecho como "otro atropello de Cambiemos" y acusó al frente que componen el PRO, la UCR y la CC llevarse "todos los derechos constitucionales por delante".