Desesperado por la incesante inflación, el Banco Central reduce la regulación de los plazos fijos para tratar de que aumente la tasa de interés que reciben los ahorristas. Además, les garantiza a las entidades financieras que las Leliq van a rendir al menos 58%. La suba de precios al consumidor tuvo una aceleración en mayo.
El Comité de Política Económica (COPOM) del BCRA decidió recortar en tres puntos porcentuales los encajes sobre los depósitos a plazo. Ésto va a liberar $ 45.000 millones, de acuerdo al cálculo de la autoridad monetaria.
La nueva política, de acuerdo a un comunicado de la entidad rectora que preside Guido Sandleris, fue tomada para “permitir una mejor administración de las condiciones de liquidez en este período y contribuir a fortalecer la transmisión de la tasa de las Letras de Liquidez al interés que reciben los ahorristas”.
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La tasa de las Leliq cerró en el 62,6% el viernes, pero los bancos sólo le ofrecen a los ahorristas con los que se apalancan un interés del 46,3% en promedio. Esta medida, no obstante, no garantiza que las mayores ganancias que generen los bancos se traslade a sus prestamistas, que son los ahorristas.
La inflación marcó un 57% interanual en mayo, lo que elevó la preocupación en el Gobierno, cuyas políticas generaron ese aumento. El Ejecutivo sólo aplica medidas monetarias para contener los precios, lo que no contribuye a bajarlos sino que, por el contrario, lo acelera. Es que, mientras, mantiene el flujo de todo el resto de los combustibles: tarifazos, devaluación y colusión de empresas o monopolios.
El Central anunció, mediante un comunicado, que intentará mantener la base monetaria sin crecimiento a $ 1,3 billones para julio y continuará con la reducción desde agosto.