El desempleo en Rosario llegó al 15,2% en el tercer trimestre de 2019, de acuerdo a un relevamiento hecho por el Centro de Estudios sobre el Mercado de Trabajo, y en el caso de los jóvenes llega a un preocupante 25%. El número se ubica 1,3 puntos por encima de la medición de la misma entidad hace un año, cuando empezaban a sentirse con profundidad los coletazos de la crisis económica desatada hacia mediados del 2018.
El estudio arroja que en el último año la cantidad de desempleados aumentó de 69.790 a 80.027 en la Cuna de la Bandera. Esto significa que hay 10.237 personas más sin empleo y que lo buscan activamente. El mismo informe indicaba en octubre de 2017 que la tasa de desempleo en Rosario era de 9,77%, cuando la cantidad de desempleados era de 46.603.
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Vulnerable
El entramado pyme que la caracteriza y el hecho de no tratarse de una capital de provincia (por lo que el empleo público es menor) convierten a Rosario en una ciudad más vulnerable a los embates recesivos de la economía. Datos del Ministerio de Trabajo provincial indican que 9 de cada 10 puestos de trabajo perdidos en el último año corresponden a microempresas, firmas pequeñas que tienen hasta 5 trabajadores en su plantilla, en especial industriales.
Respecto de los sectores afectados, la crisis impacta de forma transversal. Si bien la industria -en especial la metalúrgica- está mostrando mayores dificultades, la recesión se extiende a otros como gastronomía y comercio, que siempre son más resistentes a los contextos adversos.
“La medición propia del desempleo en Rosario apunta a tener una visión en tiempo real, ya que el INDEC publica los datos con tres meses de retraso” detalla Cristian Recchio, coordinador del observatorio que pertenece al Sindicato de Judiciales de Rosario y realizó la medición junto a la filial local del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz.
Otra diferencia es que el instituto nacional mide área metropolitana, mientras el presente estudio es sobre la ciudad: “En las localidades del Gran Rosario el desempleo suele ser menor, porque los gobiernos locales absorben más mano de obra respecto de la población”, aclara Recchio.
Jóvenes y mujeres
Un dato a resaltar es que una cuarta parte de los jóvenes que están en el mercado de trabajo buscan activamente y no consiguen. Esto quiere decir que los menores de 29 años tienen mayores dificultades para encontrar un empleo. "Esa vieja muletilla de que en este país no trabaja el que no quiere queda descartada", comenta el especialista en empleo que hoy conforma los equipos técnicos del Frente de Todos a nivel nacional.
En tanto, el trabajo muestra que más rosarinos necesitan una fuente laboral. La tasa de actividad de la ciudad es de 60,8%; lo que significa que 60 de cada 100 rosarinos mayores a los 18 años presionan sobre el mercado como demandantes de empleo o como trabajadores. El resultado es 2,6% superior al de un año atrás.
Entre los desempleados, el 92% está buscando trabajo hace máximo 6 meses, lo que da cuenta de que el fenómeno reciente está relacionado principalmente con la crisis económica. Además, los subocupados demandantes (trabajan menos de 40 horas semanales y buscan hacerlo más) representan un 14,3%, por lo que entre los que no tienen trabajo y los que trabajan poco llegan al 29,5% con problemas de empleo en la ciudad.
Nuevamente, el informe constata que la tasa de desempleo de mujeres es mayor a la de los hombres, y que el desempleo es mayor entre personas con menores niveles de educación. A pesar de ser la mayor parte de la población, el desempleo femenino es del 16,1% contra 14,6% de los hombres.
“Esto es algo común en momentos de contracción del mercado de trabajo, ya que se vuelve altamente discriminador, por edad, por sexo y condición social. En situación de libre albedrío del mercado de trabajo, los mejores empleos los van a conseguir varones, de edad mediana y con un alto nivel de calificación”, explicó quien fue gerente de Empleo de Nación en Rosario hasta 2015.
El rol del Estado
Para Recchio, “el Estado tiene que estar presente con políticas públicas de empleo, y económicas de generación del mismo. Desde nuestra gestión en el Ministerio de Trabajo hicimos enormes esfuerzos para incluir a miles de personas en los programas de formación profesional. En la provincia de Santa Fe instalamos más de 100 centros de capacitación, hoy totalmente desfinanciados por el gobierno nacional de Macri”, indicó.
El técnico señaló además que la precariedad laboral está en niveles “alarmantes”, con un 44% de trabajadores rosarinos que no realizan aportes jubilatorios. "En 10 o 15 años vamos a tener una enorme masa que necesite jubilarse y no va a poder. Por lo tanto ya vemos por qué fue necesaria la moratoria previsional, tan criticada por algunos sectores. No es que la gente no aporta porque no quiere, es porque lo único que consigue es un empleo en negro”, aseguró.
En ese sentido, advirtió que en un futuro próximo “todos los que aportamos vamos a tener que volver a pagar los desaguisados de los gobiernos neoliberales”. En ese sentido, consideró que “los empleos que se han creado en los últimos cuatro años son de bajísima calidad. Son monotributistas, son los chicos que vemos andando en bici para las plataformas, gente que no tiene ningún tipo de derecho”, dijo Recchio.
La visión local
Desde la Municipalidad de Rosario observan el fenómeno con preocupación, ya que el gobierno local es el primer mostrador del Estado, y la demanda está haciendo colapsar los esquemas de contención previstos. "Se siente el impacto de la pérdida del empleo, y eso ha ido cambiando el tipo de población que se acerca a las áreas de Empleo y Economía Social", dice Nicolás Gianelloni, a cargo precisamente de ese área y número puesto para ocupar un lugar importante en el próximo gabinete del intendente electo Pablo Javkin.
Gianelloni apunta que el perfil de los nuevos demandantes son "hombres de entre 30 y 50 años que quieren incorporarse a los programas de Oficios y de Emprendedores, o piden espacios en las Ferias de Economía Social porque se han quedado sin su fuente laboral". Además, indicó que "crece el número de trabajadores de la construcción que quieren conformar cooperativas de trabajo".
Antes, desde 2017, esa atención la reclamaban por lo general los jóvenes y las mujeres en busca de un segundo ingreso para el hogar. Hoy, son los que representaban el aporte principal en una familia a través de su salario, porque lo han perdido.
En cuanto al futuro, el joven dirigente radical dijo que "hay expectativa con los cambios políticos tanto en municipio, la provincia y la Nación, respecto de cuáles son las herramientas que van a permanecer, en lo sociolaboral (como el programa Nueva Oportunidad), lo alimentario y en los servicios de salud".
*Nicolás Maggi es corresponsal de El Destape en Santa Fe.