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Este lunes no fue la excepción. El artículo, que fija la posición de todo el medio en relación al tema, se titula "Justicia y condena: una frase con sed de venganza" y utiliza ese término para describir los procesos judiciales llevados a cabo desde que se anularon las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, en 2003.
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Al respecto, el editorialista cuestiona los procedimientos aduciendo que allí se "presiona, -presencial y físicamente- a nuestros magistrados judiciales, cuyos despachos, salas de audiencia y estrados fueron constantemente transformados en ámbitos vociferantes e intimidantes, muy similares a los que acompañaron el reiterado uso de la guillotina durante las etapas más sangrientas e irracionales de la Revolución Francesa". Sí, lo sangriento e irracional es, en este caso, un juicio hecho en base a los códigos Penal y Procesal y la propia Constitución Nacional.
Sin mencionar al kirchnerismo pero en clara referencia a él, se lo define como "una triste etapa histórica (...) en la que se ha enemistado y dividido a nuestra sociedad". Y advierte por "lo mucho que deberemos esforzarnos y empeñarnos cuando se trata de construir el indispensable clima de unidad".
El artículo, que pareciera escrito hace muchos años y no luego de 30 años de democracia, está en sintonía con otras dos editoriales que publicara el diario fundado en el siglo XIX por Bartolomé Mitre. El primero de ellos, "Memoria y reconciliación", se publicó el 16 de agosto, una semana después de las PASO. Allí, habla de "la subversión" para referirse a los movimientos guerrilleros de los '70 y si bien "aclara" que "no es posible justificar los métodos aberrantes utilizados en la represión", "tampoco es de ninguna manera aceptable justificar la violencia de los grupos terroristas", en una remake de la conocida teoría de Los Dos Demonios y definió la represión ilegal que vivió este país como una "guerra interna", como si se tratara de dos bandos de iguales proporciones y responsabilidades.
El planteo del diario quedó expuesto más en claro en la segunda de su editorial, "Reconciliación, indultos y amnistías", del viernes 21. El objetivo estaba claro desde su título: reclamar por un nuevo perdón para quienes montaron y ejecutaron al terrorismo de Estado.
El mensaje que dejó de cara a las próximas elecciones es contundente: "Después de más de una década de siembra constante y perversa de resentimientos, odios, divisiones y enfrentamientos entre los argentinos, nuestro país tendrá pronto una oportunidad para promover la reconciliación".