Hace más dos años, los trabajadores de la cooperativa Acetato Argentina esperan que la empresa Sur Pacífico cumpla con su palabra de donar las dos hectáreas donde se encuentra la fábrica para poder tener la titularidad del terreno. La situación llegó al plano judicial debido al incumplimiento de la empresa. En tanto, los trabajadores denuncian la complicidad del intendente macrista de Quilmes, Martiniano Molina, para que la situación no se resuelva.
La fábrica fue duramente golpeada por los tarifazos y la apertura de las importaciones hasta tal punto que los operarios solo concurren a las instalaciones para prender las máquinas para que no sean afectadas por la falta de uso. Hace dos años, la empresa Sur Pacífico (que comercializa Mistral y otras marcas) compró la quiebra del terreno en el que se encuentra Acetato y entre las condiciones, la compañía debía ceder las dos hectáreas donde se encuentra la fábrica pero eso no ocurrió.
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Hace un año, el Municipio de Quilmes fue intermediario para que la empresa Sur Pacífico y la cooperativa llegaran a un acuerdo de trabajo en conjunto. No obstante, los trabajadores denuncian la falta de inversión y la intención de que la fábrica quiebre para que el terreno sea utilizado para un negocio inmobiliario debido a que la zona donde está la fábrica (Primera Junta 525) es una zona residencial.
El presidente de Acetato Argentino, Germán Badaloni, detalló a El Destape que “cuando Mistral adquirió el predio, entre las condiciones que tenían, estaba la de donar a la cooperativa dos hectáreas del terreno. Ellos tomaron posesión del lugar pero no hicieron la donación y ya pasaron dos años. Hubo varias reuniones y ellos reconocían que estaban en faltan pero nunca hicieron nada”. Ante esta situación, advirtió que “al no tener papeles del lugar, nadie va querer invertir un peso”.
La falta de cumplimiento de Mistral llevó a un litigio judicial entre la cooperativa y la empresa que tendrá que que resolverse en la Justicia el 21 de febrero.
“Lo único que llegamos a hacer con Mistral, en su momento, fue que ellos compraron una máquina circular, la trajeron pero por el tema de los papeles no pudimos llegar a resolver nada”, aclaró el presidente de la Cooperativa y relató que la realidad de los 80 trabajadores que nuclea la fábrica es compleja: “Tenemos tres máquinas andando pero se ponen en funcionamiento para que no se terminen de romper porque son electrónicas y un arreglo sale carísimo. Los repuestos se sacan de otras máquinas, los costos energéticos se fueron por las nubes y la situación es compleja. Si no podemos trabajar, no podemos subsistir”.
Asimismo, denunció que “la empresa junto a Plaza Verde, que es el encargado del emprendimiento inmobiliario, quieren hacer negocio”. La zona donde se encuentra Acetato fue rezonificada y "pasó de una zona R4 (industrial) a una R5 (residencial)", por lo cual, al lado de la fábrica se encuentra un country y la construcción de un condominio.
Desde Acetato, apuntaron: “A nosotros nos ven como la fauna del lugar, no tenemos papeles del terreno y nadie va a querer invertir un peso si no tenemos la titularidad, el tiempo pasa y produce un desgaste lógico, sumado a la subsistencia y a que competir en el mercado se ha vuelto más difícil”.
Hace más de un año, Molina junto a los empresarios de Pacífico Sur habían inaugurado el Polo Textil en el distrito. Una obra que prometía dar trabajo a más de 200 quilmeños. Desde la empresa, hasta habían destacado el hecho de trabajar en conjunto con la textil pero nada de eso ocurrió. Los trabajadores de la textil denunciaron que el polo se encuentra cerrado y advirtieron que “Mistral trae contenedores provenientes de China, ellos pueden importar y hacer el juego que una cooperativa no puede hacer”.
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“Con el municipio de Quilmes nunca tuvimos un diálogo. Dijeron que iban a intervenir con el litigio que tenemos con Mistral pero no hicieron nada. Necesitamos la parcialización del terrenos que es algo que tiene que hacer ellos y agilizar el proceso pero no tienen voluntad de resolver nada”, cuestionó Badaloni.
Y detalló: “Exigimos la titularidad de las dos hectáreas y la empresa dice que le corresponde al Municipio pero se pasan la pelota entre ellos. El documento nos lo tiene que entregar Sur Pacífico que es el comodato a disponer durante 10 años”.
Ante la demanda de los trabajadores, desde el Municipio argumentaron a este medio que el Ejecutivo local "se han puesto a disposición todas las herramientas del Estado para que ambas partes lleguen a un acuerdo" y detallaron que "durante 2017 desde el área de Desarrollo Económico local se propiciaron instancias de diálogo, se realizaron diversas reuniones con representantes de la cooperativa, a partir de las cuales se convino otorgar subsidios temporarios a los trabajadores y se consiguió un descuento especial para la tarifa de gas".
No obstante, no mencionaron sobre la situación del Polo Textil ni sobre futuras acciones a llevar a cabo.
En tanto, desde la cooperativa negaron la postura oficial como así también las supuestas acciones que llevaron a cabo y denunciaron que "la textil no tiene gas".