Así lo denunciaron fuentes vinculadas a la filial ATE ya que las fuentes laborales de un nutrido grupo de colaboradores y creativos de contenidos pedagógicos del programa Conectar Igualdad continúan corriendo serio riesgo de continuidad en sus puestos.
Se trata de un grupo de historiadores, desarrolladores, educadores, escritores y filósofos, que, desde el lanzamiento de la iniciativa, se ocupaban de los contenidos del programa que repartió 5.500.000 netbooks en todo el país.
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"El Gobierno dice que el programa sigue, pero lo que va a seguir es un reparto de electrodomésticos con una empresa detrás, y para eso ya se anotó Microsoft", dijo Javier Castrillo, quien, durante su desempeño en el programa fue uno de los impulsores del software libre Hauyra con que funcionan las computadoras. Es que la versión instalada entre los trabajadores es que las empresas informáticas multinacionales podrían quedarse con el manejo del proyecto de inclusión digital.
Por otra parte, el Gobierno sigue sin resolver la situación laboral de mil trabajadores que tenían contratos con la Nación y fueron transferidos, sin recursos, a las provincias. "No les preguntaron a las provincias si podían hacerse cargo de los sueldos. En Chubut están todos en la calle. En Córdoba sólo conservó el empleo un tercio del total", explicó Castrillo.
Los cañones apuntan a las autoridades de Educar encarnada en la figura de Guillermo Fretes, quien proviene de la empresa Despegar, por el desconcierto generalizado desde el 10 de diciembre a la fecha ya que hay familias que aún no saben si tendrán la continuidad de sus puestos de trabajo y mientras tanto van a su lugar de trabajo y no tienen tarea asignada.
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