Luego de la declaración de default selectivo, los mayores acreedores internacionales de Argentina estarían esperando que el candidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández, asuma el poder para negociar directamente con él. Estos fondos todavía deben responder al plan de reprogramación de plazos de pago que anunció Cambiemos.
De acuerdo a uno de los portales económicos más importantes del mundo, el Financial Times, algunos de los prestamistas principales, incluyendo T Rowe Price, Eaton Vance y GMO, determinaron que no hay razones para iniciar negociaciones ni tampoco formar una comisión formal con representación legal. El gobierno de Mauricio Macri todavía no presentó ningún tipo de propuesta de reestructuración para estos fondos.
La opinión general es que cualquier acuerdo de deuda probablemente se suspenda, a menos que cuente con el aval de Fernández. Según el reporte, los bonistas se concentran en establecer canales de comunicación con el equipo del Frente de Todos y en contactarse directamente con el FMI.
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"No tenemos ninguna claridad", sostuvo un acreedor que habló de manera anónima. "Asumir una postura en este momento sería estúpido", añadió ante una consulta del medio británico.
Si bien los titulares de bonos no están listos para organizarse en este momento, destacaron que el plan de Macri de manejar la deuda local de corto plazo probablemente no brinde mucho más que un breve alivio. "Postergar los bonos seis meses en realidad no resuelve nada", señaló Mike Conelious, un gestor de carteras de T Rowe Price que participó de la comunicación telefónica.