El ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio De Vido, destacó hoy que, "Desde el año 2003 hemos incorporado en todo el país 9 millones de personas al servicio de agua potable y cloacas, producto de una gestión de Gobierno que primero con Néstor Kirchner y luego con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se ha recuperado el rol del Estado en la planificación e inversión en obras de infraestructura para garantizar el acceso a estos servicios esenciales en el marco de una política de inclusión social".
De esta manera, el ministro se refirió al artículo publicado hoy en el diario La Nación, "La odisea de vivir sin agua potable":
"En los últimos 12 años hemos ejecutado tanto a través de AYSA, luego de su estratégica recuperación en el 2006 tras la ruinosa gestión privada, como en forma descentralizada con provincias y municipios, más de 3 mil obras por más de 15 mil millones de pesos en materia de agua y saneamiento, pasando a representar del 0,02 por ciento del presupuesto total al 1,22 por ciento", explicó el ministro, quien destacó que "se pasó del paradigma neoliberal fuertemente privatista que consideraba al agua como una mercancía sólo accesible para quienes podían pagarla, a una visión en la que es el Estado quien garantiza el acceso al agua por ser un derecho humano fundamental".
En este sentido, De Vido detalló que se tendieron 17 mil kilómetros de cañerías de agua, 22 mil kilómetros de redes cloacales y se finalizaron obras emblemáticas y esperadas durante décadas en todo el país.
"Se pasó del paradigma neoliberal fuertemente privatista que consideraba al agua como una mercancía sólo accesible para quienes podían pagarla, a una visión en la que es el Estado quien garantiza el acceso al agua por ser un derecho humano fundamental", destacó el Ministro.
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"Con estas obras de saneamiento llevadas adelante en todo el país los casos de hepatitis se redujeron de 60.000 a menos de 300 por año, en los barrios dotados con agua potable, los de diarrea infantil se redujeron en un 70 por ciento y la mortalidad infantil bajó un 35 por ciento, pasando de 16,5 en 2003 a 11,1 en 2012", indicó el ministro.
"Un capítulo aparte son los contundentes resultados de AYSA, conectando desde el 2006 a más de 2,6 millones de personas al agua potable, de los cuales el 15 por ciento son de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 6 por ciento de zona norte, el 21 por ciento del conurbano oeste y el 58 por ciento del conurbano sur, que había sido histórica, injusta, e indignamente postergado, de la misma manera que dos millones de argentinos que viven en el área servida por AYSA accedieron a cloacas", afirmó De Vido y destacó que "todo esto fue posible por la decisión política de concretar obras que el operador privado había previsto para la década del 2020".
"Resulta contradictorio que el mismo diario La Nación, que a través de una de sus principales plumas criticó la recuperación de AYSA, ahora realice estos planteos, cuando es evidente que esta empresa estatal ha sido una de las principales herramientas para lograr este crecimiento exponencial en la incorporación de millones de personas a estos servicios básicos", indicó el ministro.