De Narváez se mudó con Massa, Posse se va y Giustozzi junta bronca

16 de enero, 2015 | 18.11

Por Juan Ignacio Agosto
Redacción El Destape

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Francisco De Narváez se mudó con Sergio Massa y pisó el acelerador en la carrera por la candidatura a la gobernación bonaerense. El diputado, que el sábado pasó a integrar oficialmente las filas del Frente Renovador, alquiló una oficina en el piso 15 de la lujosa Torre de las Naciones de Tigre, donde el líder del FR tiene, en el último piso, su cuartel central de campaña (allí se concretó, de hecho, la alianza entre ambos).

La mudanza no es solamente simbólica. De Narváez quiere ir por todo y ser el candidato a gobernador del massismo, sin importar las consecuencias. Por eso decidió desembolsar los U$S 8 mil mensuales que cuesta instalarse en el edificio de Luis García 695 y trabajar bien cerca (dos pisos más abajo) del ex intendente.

Pero nada es gratis. La jugada del accionista minoritario de América TV, avalada por Massa, colmó la paciencia al intendente de San Isidro, Gustavo Posse, que ya venía molesto por el coqueteo con Martín Insaurralde y es muy resistido por un sector del massismo, en especial por Malena Galmarini. Posse debe enfrentar, además, un problema extra: su alfil en el municipio, Carlos Castellanos, hace agua en las encuestas y al mandatario no le causa gracia perder una intendencia de 15 años (32, si se tiene en cuenta el mandato de su padre, Melchor). Según indicó a El Destape una fuente del FR de trato diario con el matrimonio Massa, si no hay un gesto con él en los próximos días, Posse cumplirá el deseo del "malenismo" y se irá. "Es lo que todos estamos esperando", afirmaron desde ese sector.

El que también está furioso con el protagonismo de De Narváez es Darío Giustozzi, que siempre amenazó con dejar el espacio si no es él el candidato a gobernador. Así ocurrió durante el affaire con Insaurralde, cuando defendió su lugar con uñas, dientes y declaraciones lapidarias contra el lomense. Esta vez guardó silencio en los medios y los reproches los hace en privado. De todos modos, en el entorno de Massa, el ex intendente de Almirante Brown no es una preocupación. "No creo que se vaya, no por convicción sino porque no tiene a dónde ir", afirmó a El Destape la misma fuente.

En el peor momento de intención de voto en los sondeos (con Daniel Scioli arriba y Mauricio Macri creciendo mes a mes), la interna del Frente Renovador está al rojo vivo. Massa tendrá un verano agitado, en el que deberá demostrar su capacidad de liderazgo para evitar perder soldados en el camino a la Rosada.