De la villa al PRO: cómo el macrismo hizo pie en los sectores populares

30 de mayo, 2015 | 15.00
Entre el momento en el que Macri cuestionaba a los cartoneros y hablaba de "erradicar" las villas hasta hoy, cuando el PRO triunfó desde Soldati hasta Recoleta, pasó un largo trecho. Tras ocho años de gestión, el partido liderado por Mauricio Macri se mantiene firme en su distrito de nacimiento, la Capital Federal, y Maximiliano Sahonero podría explicar, con su vida, ese devenir electoral.

Sahonero tiene 30 años y es presidente de la juventud del PRO en la ciudad de Buenos Aires. No estudió en la UCA, como Macri o Vidal, ni se graduó en Harvard, como Horacio Rodríguez Larreta. Él es del barrio marginal (prefiere ese término antes que el de "villa") 20, ubicado en el Sur de la Ciudad. Un buen día, frente al imponente edificio de frente vidriado y techo ondulado que construyó el Gobierno porteño en Parque Patricios, acepta reunirse con El Destape para hablar de sus orígenes y el presente.

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El Destape: -¿Cómo comenzaste tu vínculo con el PRO?

Maximiliano Sahonero: -En realidad, el primer acercamiento lo hace mi viejo (Víctor, quien trabajó con el Padre Mujica), que conocía a María Eugenia Vidal. Ella venía a hacer encuestas (N. deR. cuando hacía trabajo social para el Grupo Sophia, un semillero PRO). Después, María Eugenia fue ministra de Desarrollo Social y por el trabajo que hacíamos en el barrio nos convocó para participar en la Ciudad. Fue un acercamiento de trabajo comunitario, de barrio, básicamente.

"La relación política se fue dando sola, con el tiempo", rememora Maxi, que hoy está décimo en la lista de legisladores que encabeza Francisco Quintana. Si el PRO obtiene resultados similares a los del 26 de abril, Sahonero, nieto de bolivianos y habitante de la villa 20, saltará a la Legislatura porteña como parte del bloque oficialista.

ED: -Cuando empezaron a trabajar con Vidal, ¿lo tuvieron que pensar mucho?

MS: -Al principio, como todo, cuando uno viene de muchos años de sentirse manoseado la primera reacción es desconfianza. La conocíamos y nos parecía una gran persona y creemos que la política las hacen las buenas personas también. En ese momento había mucho prejuicio, con Mauricio, (decían) que venía a erradicar las villas. Ese prejuicio rápidamente (lo enfatiza) se fue yendo. Veíamos que había una decisión seria de urbanizar el barrio. Lo que empezó como un mito, que se iba a olvidar de los pobres... hoy es el Gobierno que más transformo al Sur de la ciudad y la clase obrera. Todas estas mejoras son para el vecino común, que se toma el bondi y vuelve a las 7 de la tarde cansado, la madre que lleva a su hijo al CPI (Centro de Primera Infancia) del barrio, que pueda tener su título de propiedad. Estamos haciendo una revolución distinta, una revolución del hacer.

"En ese momento había mucho prejuicio, con Mauricio, (decían) que venía a erradicar las villas. Ese prejuicio rápidamente se fue yendo"

ED: -¿Qué te decían tus vecinos, tus amigos?

MS: -Hubo rechazos y mucho apoyo. Uno respeta al que piensa distinto, no puedo juzgarlo por más que sea amigo. Con el tiempo muchos de ellos se han ido sumando y sentido parte de este equipo. Uno va siendo vocero de este proyecto, yo me siento así. Donde puedo contar que el PRO es un partido de cambio y compromiso, lo hago.

ED: -Cuando querés transmitir tu mensaje, ¿qué cosas más te reclaman?

MS: -Mirá, se hicieron un montón de cosas y faltan un montón de otras. No nos hacemos los boludos, no nos hacemos los desentendidos. Cuando uno más hace, más surgen cosas que necesitamos. La demanda es mayor porque el vecino está convencido que este Estado puede, saben que les vas a cumplir.

Su historia y su discurso explican como un partido cheto logró echar raíces en sectores populares de la Ciudad. Si bien el PRO sigue siendo más firme en las comunas del Norte, donde obtiene casi los dos tercios de los votos, lo cierto es que triunfa por varios puntos en todos los barrios, incluso en aquellas donde el peronismo debería ser más fuerte, por historia y propuestas.

El PRO viene a proponer una especie de revolución posible, escalar en el sistema con sus reglas. Para Sahonero, no hay acto más revolucionario que el progreso individual.

"Somos referentes barriales, puntero es otra cosa"

ED: -¿Cómo definirás tu rol? Si te dicen que sos puntero, ¿qué respondés?

MS: -Soy presidente de la juventud del PRO de la Capital Federal. El Pro es un partido de oportunidades, que un pibe que viene de un barrio como yo tenga la oportunidad de ser el presidente de la juventud de un partido del cual decían que era elitista es la demostración de que es más amplio de lo que se cree. Somos referentes barriales, puntero es otra cosa: el que hace negocios, el mercader de la pobreza. Eso es la vieja política, la nueva política es la gente que se compromete.

ED: -Cuando empezás a meterte, ¿sentiste desconfianza hacia vos?

MS: -El primer prejuicio lo tuve que romper yo. Uno no tiene que volverse marginal por de donde viene. Hay pibes de Recoleta que tienen los mismos problemas que los de Lugano. Uno de los problemas que tiene la juventud es la falta de contención de felicidad y creo que ser parte de un espacio político te genera un grupo de contención, un grupo de amigos. Uno tiene que romper barreras, pero nunca olvidarse de donde viene.

"Hay pibes de Recoleta que tienen los mismos problemas que los de Lugano"

ED: -¿Vos crees que el PRO fue cambiando su forma de pensar o ha sido el mismo siempre?

MS: -El Pro ha mantenido una línea que es la del vecino viva bien, sin la dogma ni peronista ni radical. El partido se formó para que la gente viva mejor. Cuando uno ve y empieza a conocer, y ver que Mauricio es un tipo normal, como María Eugenia y Horacio, que son iguales que yo y aspiracionalmente ve que uno puede crecer y ser parte de un esquema de laburo. Hoy gracias a la oportunidad que me dio Mauricio estoy acá sentado. Hemos mutado en algunas formas de campaña, la línea no se ha perdido nunca.

El año pasado, un grupo de habitantes de la villa 20 tomó unos terrenos lindantes y creo lo que se llamó el barrio Papa Francisco. Tras varios intentos fallidos, donde incluso un grupo de legisladores formaron un cordón humano para evitar el avance de la Policía, el asentamiento fue desalojado en un operativo del que formaron parte la Gendarmería nacional y la Metropolitana. Se apuntó allí al Gobierno de Macri y se lo acusó de una deficiente política habitacional que creó un caldo de cultivo para esta situación, pero Sahonero lo ve de otra forma.

Maxi da su punto de vista para El Destape: "Estamos en desacuerdo de toma de tierras. Sabemos que hay necesidades pero no creemos que sea la forma. La forma es organizarse, trabajando por el barrio, a veces el negocio de los vivos enmascara con una toma, eso ya me excede. El gobierno de la Ciudad trabaja mucho para urbanizar las villas y no es solo un problema de ladrillos y plata. Es un cambio cultural y de trabajar codo a codo con el vecino. Urbanizar no es nada fácil, es un laburo de horas, de reuniones, hablar con un vecino que no quiere ceder un pedazo de tierras, de ponerse de acuerdo.

ED: -¿A qué cambio cultural te referís?

MS: -Lo que promovemos es que el pibe no se sienta marginal por donde vive. Que pueda tener los mismos derechos y obligaciones, educación y salud de calidad, eso es hacer un cambio cultural. Que no viva de los planes, que pueda tener un oficio, que se ha ido perdiendo. La Ciudad trabaja muchísimo para eso. Si a un pibe no le das de morfar, no va a poder estudiar. nuestro partido ha buscado soluciones, eso es un cambio cultural. Que la gente pueda volver a la plaza es un cambio cultural, que pueda sentirse parte de un tejido urbano.

Habla de "no vivir de los planes" y surge la cuestión: ¿Qué piensa de la política social del Gobierno nacional, en momentos en los que se habla del "cambio versus continuidad"?

-Lo que sirve se va a continuar pero con un orden y un control distinto. Si es un viva la pepa todo, no funciona. Si a un pibe se le da la Asignación Universal y no se le exige de verdad, pero de verdad, que vaya a un hospital como la gente y que vaya la escuela, van a continuar. Hay que trabajar en cosas de fondo. Uno de los desafíos es ordenar lo que esta desordenado. Hay cosas que están buenas, pero están desordenadas. Una cosa es dar por dar y otra a quien realmente lo necesita.

"Una cosa es dar por dar y otra a quien realmente lo necesita"

ED: -¿Qué medidas crees que desde el Gobierno de la Ciudad se tomaron y que hayan beneficiado a los sectores populares?

MS: -En lo personal, los CPI. Es la medida más importante que ha tomado la Ciudad porque habla de una visión de futuro real. Mi hija va a un CPI, veo el laburo que hacen para que eso funcione y suceda y que estén bien alimentados. Atienden a pibes de 1 a 3 años, ponen un nutricionista, una psicopedagoga y una maestra jardinera cuando no es obligatorio. Hoy no vemos el resultado, pero lo veremos dentro de 10 años cuando ese pibe pueda estudiar.

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ED: -Con el incendio de los talleres clandestinos en Flores se hizo hincapié en la inexistencia de controles por parte del GCBA. ¿Vos qué opinión tenés al respecto?

MS: -Es muy difícil trabajar en temas de fondo cuando una parte de la responsabilidad es de la Justicia nacional. Cuando exigimos que la Policía venga a la Ciudad no es por un capricho, sino que tiene un sentido. Es difícil trabajar cuando del otro lado te ponen trabas. La voluntad de hacer cosas siempre está, las denuncias son muchas y no depende solo de nosotros. Todo eso nos encantaría poder trabajarlos de fondo. No se dio, creamos la Metropolitana y trabajamos de fondo hasta donde nos da la libertad de acción. No es solamente la gente sin papeles, hay cosas que suceden que van más allá, el control en las fronteras, la AFIP...

ED: -¿La Agencia Gubernamental de Control no podría hacer algo más?

MS: -Le damos habilitaciones a comercios, eso era una casa que no decía nada y la AGC no puede golpear puerta por puerta para saber si hay un taller clandestino. Es triste que sucedan estas cosas, no celebro ni en pedo que una vida se pierda. Pero no puedo entrar como AGC a una casa. Tratamos de explicar con conciencia esto. Todo el tiempo recibimos demandas de cosas que las vamos laburando.

Sahonero recuerda la gran cantidad de habitantes del conurbano bonaerense que se acercan a la Capital Federal a estudiar, trabajar y atenderse en sus hospitales y que los porteños aceptan "generosamente". Para el-muy probablemente- futuro legislador, eso es indicio de que las cosas no están bien del otro lado de la General Paz.

ED: -Entonces, ¿cómo explicas desde tu lugar que el Gobierno nacional haya tenido buenos resultados electorales en la Provincia si está todo tan mal?

MS: -La gente también tiene miedo de que le saquen un plan, de que no le llegue su bolsa de comida, la política en la provincia de Buenos Aires es muy cruel. Ese vecino de La Matanza que no tiene cloaca en su casa, capaz antes no tenía pozo y bueno... ahora le hicieron el pozo y emparcharon un poco los 10 años que se olvidaron de esa persona. Si tan bien nos fue, me preocupa que la gente en Almirante Brown no tenga cloacas. En la Provincia hay un aparataje de los Barones que sigue estando. Es muy difícil.

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