Oscar Aguad está haciendo honor más que nunca a su apodo “El Milico”, trabajando para la familia militar. Después de firmar la resolución que indemniza a 25 militares pasados a retiro durante el kirchnerismo por prácticas no democráticas, ayer cerró una jornada en la Universidad Austral entre militares, funcionarios, lobistas de la Defensa y algún que otro apologista del terrorismo de Estado.
“Queridos amigos: Éste es un proceso continuado que requiere mirar el futuro sin las anteojeras ideologizadas que estigmatizaron a nuestras Fuerzas Armadas”, dijo anoche Aguad ante un auditorio lleno de integrantes o de retirados de las fuerzas. El ministro arrancó su intervención en el Centro de Estudios Universitarios ligado al Opus Dei usando esa misma palabra: estigmatización. Sobre esa base, firmó el viernes la resolución 2018-1414 declarando ilegítima la resolución de Nilda Garré de 2010 en la que pasaba a retiro a una veintena de militares.
"Argentina es un país en doble posguerra"
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La jornada no dejó fuera de la agenda las menciones al rol que jugaron los militares durante la última dictadura, y para eso hubo un expositor estrella: Heriberto Auel, un militar retirado cercano a Cecilia Pando y que había sido denunciado por apología del delito por Garré después de que en una entrevista en 2006 negara la existencia de campos de concentración y hablara de una guerra civil – argumento que repitió ayer ante el entusiasta auditorio de la Austral.
“Me corresponde abrir el fuego en esta jornada, y lo vamos a hacer con artillería pesada”, dijo Auel, quien inmediatamente agregó que Argentina es “un país en doble posguerra”, haciendo alusión a Malvinas y a la última dictadura, que él y sus camaradas definen como un conflicto bélico interno. “Concurro a los tribunales federales para escuchar a las querellas y a los fiscales que me preguntan de qué guerra hablo”, se quejó.
Desde el público preguntaron si recomendaría a un hijo unirse a las FF.AA., y Auel aprovechó para despacharse: “¿Creen que yo a un hijo mío le puedo recomendar entrar al Colegio Militar cuando después de 40 años de una guerra malparida todavía hay presos? Está prohibido hablar de las guerras recientes en el Colegio Militar”. Y cerró con una frase que se llevó los mayores aplausos de la jornada, que hubiera sido la envidia de Aguad si en ese momento hubiera estado en la sala: “Las fuerzas armadas fueron quebradas en su dignidad por un relato que subsiste”.
Según uno de los presentes, “las FF.AA. fueron quebradas en su dignidad por un relato que subsiste”
Aguad se ciño a la lectura de un discurso, aclarando que, como se trataba de un tema sensible, eso le garantizaba no cometer errores. La mayor parte de su alocución fue una defensa de su gestión y una crítica a los años kirchneristas. “Todo nuestro sistema de defensa estaba desatendido”, leyó ante la mirada atenta del jefe del Ejército Claudio Pasqualini y el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Bari del Valle Sosa. También estaban el brigadier Juan José Janer, del comando aeroespacial, y José Luis Villán, designado en septiembre como el jefe de la Armada.
Asimismo, el diputado del PRO Juan Aicega, que participó de otro panel junto a Horacio Alonso (PJ) y Carlos Fernández (UCR), levantó el guante y reclamó una reforma. “Las leyes de Defensa, de Seguridad Nacional y de Inteligencia son leyes que hay que reformar”, dijo Aicega, quien contó que tuvo un paso por el Ejército entre 1981 y 1990. “El presidente de la Nación lo ha dicho delante de mí: quiere a las Fuerzas Armadas”, agregó sin mayores precisiones.