La Corte Suprema de los Estados Unidosdará a conocer este lunes su decisión por una demanda abierta por un fondo buitre contra la expropiación de YPF, que puede costarle al país 3.000 millones de dólares.
Según trascendió, existen tres resoluciones posibles: la Corte puede aceptar la apelación del gobierno argentino, rechazarla o pedir opinión al Departamento de Estado norteamericano.
Las autoridades argentinas apuestan a esta última opción, a partir de la buena relación entre el presidente Mauricio Macri y su par estadounidense, Donald Trump.
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La intención oficial es que el demandante, el fondo Burford Capital, deba recurrir a los tribunales argentinos.
Pero sobre esa posibilidad no existe un buen precedente: la Argentina tuvo ya dos fallos negativos en los últimos años, uno en primera instancia de la jueza federal de Manhattan Loretta Preska y otro de segunda instancia de la Corte del Distrito Sur de Nueva York.
Si la Corte Suprema de los Estados Unidos rechaza la argumentación argentina, el caso volverá a primera instancia.
El tribunal de Preska deberá abrir un juicio y esta posibilidad abriría además lo que se conoce en la justicia norteamericana como un "discovery process", que obligaría indagar cómo fue el camino financiero que recorrió la YPF privada desde la era Repsol hasta la llegada del Grupo Petersen, la expropiación y el "buitre" que inició la demanda.
El argumento de los demandantes es que la estatización de YPF violó las leyes de oferta pública en los Estados Unidos. La Argentina, en cambio, dice que fue una decisión soberana.