Allí, la jefa de Estado repasó los logros de gestión e inauguró un nuevo centro de salud, además de distintas obras en la ruta 40. Ante los asistentes, Cristina Kirchner pidió "que los argentinos piensen que en sus manos está el destino, depende de ustedes que podamos terminar esta ruta, que estuvo paralizada".
Cristina remarcó que nadie" les "puede dar lecciones de cómo hacer crecer la economía". Luego, aclaró: "No vengo con un discurso antiempresario". Luego, apuntó sus cañones contra la oposición, ya que "cuando les tocó gobernar hicieron muy mal los números. Tiene que cerrar el número y tiene que cerrar con la sociedad. No hay balance económico que cierre si no cierra el balance social".
La primera mandataria remarcó que los legisladores del Frente para la Victoria "en soledad absoluta" votaron la ley de movilidad jubilatoria durante el gobierno de Néstor Kirchner, y la Asignación Universal por Hijo "para dignificar a los que todavía no tienen un trabajo registrado".
"La vida no solo se protege rezando sino con políticas públicas que ayuden a que las mujeres no tengan miedo", subrayó.
Por último, y recordando una serie de obras realizadas en las provincias de Mendoza y Santa Cruz, pidió por un Estado que "tiene que llegar a cada rincón de la Nación, permitiendo el acceso a los grandes bienes sociales para que todos los argentinos sepan que, aunque hay una Casa Rosada ubicada en el puerto de Buenos Aires, tiene que haber un presidente con el corazón en todo el país para seguir creciendo".