La presidenta Cristina Fernández de Kirchner le respondió hoy al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macrique el último lunes aseguró que, en caso de gobernar, terminará con "el curro de los derechos humanos".
Desde Morón, donde inauguró el nuevo Hospital Municipal, la primera mandataria aseguró: "La verdad que cuando uno escucha estas cosas no da rabia, da pena". En este sentido, agregó: "Dios y la naturaleza quisieron que estuviera acá un 10 de diciembre, Día internacional de los Derechos Humanos".La jefa de Estado reclamó, además, que todos los "todos aquellos hombres y mujeres que quieren conducir la Argentina después del 10 de diciembre del año que viene que también se pronuncien sobre esta materia: no me importan tanto las palabras necias como los silencios complices", expresó. "Es una obligación moral, es una obligación política", completó.
A su vez, la primera mandataria indicó: "No hemos ordenado el país, lo hemos transformado. El orden, así como palabra, puede ser cualquier orden. Puede ser un orden injusto, uno que cristaliza las diferencias sociales".
Flanqueada por el intendente de Morón, Lucas Ghi y el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), Martín Sabbatella, Cristina presentó a través de teleconferencia el nuevo edificio de la Auditoria General de la Nación (AGN) y se permitió bromear con su titular, el radical Leandro Despouy: "Cambie la cara, Despouy. Le hicimos un edificio hermoso". El presidente de la AGN, respondió: "Pierda cuidado que estamos muy contentos".
La Presidenta dejó inaugurado, además, un nuevo centro de acceso a la Justicia en el barrio porteño de Once con el ministro de Justicia, Julio Alak y descubrió un mural dedicado a Arturo Jauretche en la intersección de 9 de Julio y Juncal en Barrio Norte.