La apertura descontrolada de importaciones destruye de apoco la industria nacional y deja fuera de competencia a fábricas y empresas que no saben cómo competir con los precios de los productos que ingresan del exterior. En el medio, cientos de trabajadores que ven peligrar su fuente de trabajo y exigen que les paguen sus sueldos como corresponde. Esta es una situación repetida en cientos de fábricas, como en el caso de Medilogos en Junín que pertenece a la firma Rivero S.A y que desde hace tres meses los trabajadores están en asamblea permanente para que se regularice el pago de los salarios y el depósito de las cargas sociales.
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Desde la fábrica que lleva adelante la producción de material biomédico y descartable, advirtieron aEl Destape que “aparecieron competidores a quienes es difícil competirles en precio” y admitieron que se atrasaron con el pago de los sueldos.
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Los trabajadores desde mayo que llevan adelante medidas de fuerzas. En la última reunión en la delegación del Ministerio de Trabajo de este viernes, la empresa ofreció un plan de pago pero no alcanzó a cumplir las demandas de los trabajadores ya que recién en agosto iban a poder saldar los sueldos adeudados desde julio y les aclararon que “no era un compromiso, sino que iban a intentar pagar”.
Alrededor de 63 trabajadores son los que se encuentran en la planta de Junín. La mayoría son mujeres y sostén de familia que por el atrasado del pago de sus sueldos “algunas no pueden pagar el alquiler, otras no llegan a comprar para comer y se han endeudado para sobrevivir”. Además, la empresa no realizó el pago de las cargas sociales y nocuentan con cobertura de salud.
“Nos extorsionan para que entremos a trabajar porque si no, no nos van a pagar. No nos pueden asegurar que el plan de pago sea factible si no le prestamos servicios a la empresa. Nos están amenazando con echarnos por el simple hecho de reclamar por nuestros derechos”, denunció la delegada Cinthia Molina Alonzo en conversación con este medio y remarcó que los están “obligando a aceptar un plan de pago que no aseguran que puedan cumplir”.
En tanto, subrayó que “por las importaciones hubo un altibajo” en las ventas de las empresas que comenzó en septiembre del 2017 “cuando estuvo parada la demanda” pero aclaró: “Sabemos que están repuntando, están vendiendo otra vez hoy nuestra mano de obra es necesaria”.
“No creemos que tengan intención de cerrar ninguna planta porque de hecho tienen proyectos de abrir una nueva. Además, no hay otra planta que fabrique lo que fabricamos acá ”, apuntó Molina Alonzo y planteó la situación que atraviesa con sus compañeras que han tenido que sacar préstamos para sobrellevar la situación: “Ellos financian la deuda que tienen con nosotros y lo tenemos que aceptar, pero nuestros acreedores no nos van a dar esa posibilidad, nos va a llevar cinco años salir de este desastre que nos metieron porque no nos pagaron el sueldo”.
Molina Alonzo advirtió, asimismo, que desde la empresa “están especulando con que si entras o no a trabajar para pagar los sueldos, entonces, es porque la plata está” y desconfían que la firma Rivero S.A esté atravesando una crisis como aseguró su gerente Juan José Bermani a este portal. Además, la trabajadora apuntó a la construcción de la nueva planta que estaba llevando adelante la empresa en el Parque Industrial de Junín.
La firma posee un total de 17 plantas entre fábricas y delegaciones en todo el país. Según sostuvo el gerente de la fábrica, las que “están en Buenos Aires están con algún conflicto”. “Hace varios meses que existe una situación bastante complicada financiera y hay trabajadores en estado de asamblea permanente mientras que un 50% está trabajando normalmente”, puntualizó Bermani.
Se escudó, además, en que este viernes depositaron parte de la quincena adeudada de junio pero los trabajadores advirtieron que “tenían que depositar el 50% y solo pagaron el 30, ya están incumpliendo el plan de pagos”.
Frente a la situación de la empresa, el representante ratificó la crisis financiera que atraviesan desde septiembre del 2017 e indicó “se abandonó la obra que se estaba construyendo en el Parque Industrial de Junín y que estaba casi finalizada porque no se contaba con los recursos para terminarla ya que no se financió con recursos propios sino con créditos del Banco Provincia”.
“Tenemos problemas desde septiembre que repercutieron en enero. Recién en mayo hubo un leve repunte pero no mejoró la situación. Fundamentalmente, esto pasa porque han aparecido competidores con precios muy bajo debido a las importaciones y se hace difícil competir”, relató Bermani y remarcó que “en junio las ventas siguieron bajando”.
En el mientras tanto, los trabajadores pagan la crisis y la desesperación aumenta porque no tienen la certeza de que la empresa vaya a cumplir con los plazos que dispuso para pagar los sueldos.