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Además del futuro económico del país helénico, se verá el devenir del gobierno progresista de Syriza, quien convocó a la consulta popular y se juega en un pleno su capital político. Una derrota podría implicar su salida anticipada del poder.
Según consigna la agencia Reuters, el instituto ALCO publicó en el diario Ethnos una encuesta en la que el sí al ajuste alcanzaría el 44,8%, contra el 43,4% del no. Sin embargo, los resultados no son concluyentes ya que el 1,4 por ciento de diferencia es inferior al margen de error y aún hay un 11,3% de indecisos que podrían inclinar la elección a un lado u otro.
Otro dato destacable es que el 74% de los consultados quiere seguir en el euro, contra un 15 por ciento que desea volver al Dracma y un 11 por ciento que sigue indeciso. Sin rescate (y el ajuste que éste trae como condición), las posibilidades de Grecia de mantener la moneda comunitaria decrecen, ya que no tendría fondos para las erogaciones corrientes del Estado griego.
La semana pasada, el primer ministro Alexis Tsipras convocó a un referéndum para decidir si la población aceptaba o no un nuevo ajuste pedido por el Fondo Monetario, El Banco Central Europeo y la Comisión Europea. El mismo implica subir el IVA, aumentar la edad jubilatoria y reducir pensiones sociales para los sectores desfavorecidos. Todo esto como condición de acceder a dar un rescate que llegaría, en caso de aprobarse, a los 29 mil millones de euros.
Grecia, en default
Por su parte, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) declaró un "evento de incumplimiento" por parte de aquel país, envuelto en una crisis económica, social y financiera. Misma declaración hizo el Fondo Monetario Internacional, por el no pago de un vencimiento con dicho organismo por un monto de 1600 millones de dólares.
Esto, sin embargo, no traerá efectos inmediatos, agregó el FEEF en un comunicado. El incumplimiento "constituye un 'default´de parte de Grecia", aseguró la entidad.