Crisis económica : ¿qué eran las cuasimonedas Lecop y Patacones?

Ambos bonos fueron promovidos en las épocas más oscuras del país.

11 de septiembre, 2019 | 10.53

Aunque el propio Alberto Fernández descartó la posibilidad de la emisión de cuasimonedas para asumir compromisos de gasto público en las provincias, el solo hecho de ser nombradas por algunos analistas y dirigentes provinciales disparó en el imaginario nacional aquella aguda crisis económica de principios de los años 2000.

“Las cuasimonedas están desterradas”, dijo el presidente en una entrevista al diario “La Voz del Interior” en el mes de abril, en plena revisión de las medidas extraordinarias tomadas por el avance de la pandemia generada por el COVID-19.

Así, Fernández respondió a algunas declaraciones de jefes de provincias que propusieron pagar a sus empleados -por la coyuntura generada por el coronavirus- a través de la emisión de bonos.

Un recurso muy parecido, en teoría, a esas cuasimonedas en Argentina que en el pasado generaron cierta sensación de poder adquisitivo en algunos sectores de la población.

Pero, ¿qué son las cuasimonedas y cómo ayudaron a paliar la crisis económica?

“Cuasimonedas” fue el nombre que en la calle le dio la gente común a esos bonos emitidos por la nación o los gobiernos provinciales, incorporados a la circulación monetaria junto al peso durante la crisis económica entre 2001 y 2002.

Ese nombre genérico sirvió para aglutinar a más de una docena de denominaciones de bonos válidos en todo el territorio nacional.

La falta de liquidez que arrastraba el país desde los años noventa, le dio a esta emisión de bonos un “efecto vía de escape”, un modo alternativo de financiamiento. Fue una herramienta para evitar que la crisis económica resultara más dramática. 

Por ejemplo, las cuasimonedas en Argentina más conocidas fueron los bonos Lecop, lanzados por la Casa Rosada a todo el país y los Patacones, válidos en la provincia de Buenos Aires. Pero también circularon los “Bocade” en la provincia de Tucumán, los “Bocanfor” en Formosa y los “Federal” en Entre Ríos.

Asimismo se pusieron a valer los “Lecor” en Córdoba, los “Letras” en Tierra del Fuego y los “Cemis” en Misiones. Durante esos años hubo cuasimonedas por un valor de 7600 millones de pesos. Todas ellas fueron sacadas de circulación antes de terminar la primera década de los años 2000.

Como dato curioso, en el caso de los Patacones, todos los billetes fueron resguardados (excepto aquellos recolectados por coleccionistas) en las bóvedas del Banco Provincia de Buenos Aires. En 2016, el banco llamó a licitación para destruir 240 toneladas de billetes.

 

También en 2019 hubo propuestas

 

La crisis de financiamiento que atraviesan en 2019 varias provincias pusieron en alerta a los gobernadores y la posibilidad de emitir cuasimonedas para afrontar obligaciones tomó fuerza en ese momento. La idea recordó, por ejemplo a los Lecop y los Patacones, que se promulgaron durante la crisis económica de 2001-2002.

El Bono Lecop (de Letras de cancelación de obligaciones provinciales)  fueron emitidos mediante el Decreto 1004/01 en 2001. No devengaban interés, y tenían como vencimiento el 30 de septiembre de 2006.

Originalmente fueron creados por el gobierno de Fernando de la Rúa con el fin de cancelar las deudas del Estado con las provincias debido a la falta de recursos financieros. Sin embargo, debido a la fuerte crisis económica, en 2002, bajo el gobierno de Eduardo Duhalde, se realizó otra emisión de Lecop, en muchos casos para pagar sueldos y subsidios estatales (como los Plan Jefes y Jefas de Hogar).

Mientras, los Petacones (técnicamente llamados Letras de Tesorería para Cancelación de Obligaciones) se crearon mediante la ley 12.727, en la provincia de Buenos Aires, durante el gobierno de Carlos Ruckauf. Un patacón equivalía nominalmente a un peso convertible y se podían usar para pagar impuestos y hacer compras

Entre los meses de agosto y septiembre de 2019, los gobernadores de Tucumán y Salta, Juan Manzur y Juan Manuel Urtubey, hicieron declaraciones públicas en las que reconocieron que el desfinanciamiento por parte de Nación podría llevar al impulso de la medida de revivir las cuasimonedas. La eliminación del IVA, un impuesto coparticipable, afectó directamente los presupuestos provinciales.  

Sin embargo, la propuesta hecha por Manzur y Urtubey no llegó a concretarse.

A pesar del aviso de Alberto Fernández, en junio de 2020 el intendente de Zárate, Osvaldo Cáffaro, firmó un decreto para promover la creación de una estampilla que permitiría hacer el pago de bienes, servicios y tributos.

A muchos, esto le sonó a cuasimonedas. Pero Cáffaro salió a decir que esta “estampilla” no tendrá circulación y que solo es una “letra de cambio”.