El Gobierno vino a proponer un cambio y termina con la instalación del viejo trueque en las clases más afectadas por la crisis económica. En el barrio de San Miguel, los vecinos se organizaron para obtener alimentos por cambiarlos por otros productos, como ocurría en la crisis del 2001.
Los vecinos se organizan y llevan comida elaborada, o productos comprados. Cuando llegan con el producto les dan un ticket de 100 créditos, que son 100 pesos. Cada producto tiene un precio y se llevan lo que necesitan.
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"Cada uno de los vecinos pone el precio de sus productos. La idea es que puedan subsistir de esta forma. Por medio del comedor se acercaron varios vecinos con la idea del trueque", explicó Maximiliano, el organizador del trueque, en diálogo con Involucrados. Y continuó: "En los últimos meses ha crecido la incertidumbre y hace que los vecinos empiecen a buscar alternativas".
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