Una turista de 45 años estaba junto a su pequeño hijo en la zona de playa de la ciudad Puerto Deseado, en Santa Cruz y ambos sufrieron el jueves por la tarde un ataque siniestro que terminó en tragedia: el niño fue arrojado por una acantilado y la mujer sobrevivió al ataque pese a las graves heridas.
La madre y el niño de 4 años fueron abordados por la espalda por dos hombres, que los amenazaron con un arma blanca y los llevaron hasta una zona rocosa de la Cueva de los Leones. Allí abusaron de ella mientras retenían al menor de edad con un cuchillo en su cuello. Luego, arrojaron al niño por un acantilando provocando su muerte.
En la terminal de Caleta Olivia detuvieron a un sospechoso, quien había llegado en un micro proveniente de la localidad donde se produjo el hecho.
La mujer vino desde la provincia de Salta para visitar a su hijo mayor que reside en la localidad portuaria. Lo hizo en compañía de su otro hijo, de cuatro años, con quien alrededor de las 16 horas del jueves, salió a caminar por la playa.
Según informó el diario La Opinión Austral, en un principio los atacantes ataron a la mujer con los cordones de las zapatillas de su hijo y le taparon la boca con medias, para que no pudiera gritar ni pedir ayuda. La víctima logró arrojarles una piedra y esto provocó el enojo de los delincuentes, quienes amenazaron de muerte al niño y violaron a la madre. Luego, la atacaron con piedrazos en la cabeza y huyeron pensando que estaba sin vida.
La mujer dio su testimonio a la Policía y admitió que, tras recibir el piedrazo, simuló estar inconsciente, esperó que se alejaran los atacantes, y luego se levantó para buscar ayuda. “Está muerta, vámonos”, habrían dicho los asesinos en ese momento.
El sospechoso que cometió el abuso sexual tendría antecedentes, de acuerdo al testimonio de la víctima, ya que reveló que no quería volver a la cárcel, mientras forcejeaba con la mujer.
Hoy a las 11, vecinos de Puerto Deseado organizaron una marcha para para reclamar Justicia y que se encuentre a los asesinos.