A diez días de su muerte, la causa por el asesinato de Lola Luna Chomnalez volvió a foja cero luego de que "Conejo", el principal sospechoso, fuera liberado tras declarar durante unas ocho horas. Sin ninguna prueba contundente que oriente el crimen, la jueza del caso, Marcela López, resolvió este viernes abandonar la causa por "estrés".
Ahora será sustituida por la jueza Silvia Uriote. Jorge Barrera, el abogado de la familia de Chomnalez, criticó la "falta de pruebas contundentes" por el crimen, cuya investigación hasta ahora puso bajo la lupa a nueve personas detenidas pero que rápidamente fueron liberadas.
Ayer, luego de dos ruedas de reconocimiento, un careo y de una extensa declaración liberaron a "Conejo", el principal sospechoso de la muerte de Lola. La causa, así, quedó sin ningún detenido ni pruebas que orienten la investigación.
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No obstante, antes de renunciar al caso, la magistrada se reunió con los peritos que analizaron el cadáver de la adolescente argentina y le ordenó ampliar los peritajes.
El vocero de la Suprema Corte de Justicia de Uruguay, Raúl Oxandabarat, aseguró que la jueza letrada de 1er.turno de Rocha solicitó a los peritos forenses que amplíen los resultados de los peritajes practicados. Según el funcionario judicial, López pidió detalles sobre una colilla de cigarrillo hallada en proximidades del lugar donde fue encontrado el cuerpo de Lola, frente a la playa de Valizas.
Además de esa colilla, los peritos hallaron un mechón de pelos en una madera encontrada a pocos metros del cuerpo y un buzo de hombre que también fue secuestrado al momento del levantamiento del cadáver.
La jueza también le ordenó a los peritos que amplíen los resultados sobre algunos otros indicios que fueron encontrados sobre el cuerpo de la adolescente, dijo el vocero de la Corte, sin dar mayores detalles sobre esos elementos. Se cree que podría pedir una mayor exactitud sobre la hora de la muerte.
Una larga jornada, cargada de expectativas y falsas confesiones
Durante la mañana del jueves, el diario uruguayo El País informó que el detenido, apodado "Conejo" había confesado el crimen de Lola durante la madrugada ante la policía. Apenas una hora después, tras conocerse esa noticia, el Ministerio de Interior desmintió la información.
Ante los rumores que surgieron confirmando que el albañil de iniciales A.G.C. había confesado el homicidio, la Unidad de Comunicación del Ministerio del Interior de Uruguay aclaró, via twitter que por las "versiones de prensa difundidas hoy, se informa que el sospechoso detenido por el caso Lola Chomnalez, NO CONFESÓ en sede policial".
A las 10 de la mañana, Richard Gutiérrez, apodado "Conejo", llegó a los tribunales para ser sometido al interrogamiento de la jueza. Duró unas ocho horas. En el medio, fue expuesto a dos ruedas de reconocimiento, donde participaron un hombre que trabajaba como carpintero y que fue una de las primeras personas que aportó datos sobre el sospechoso.
Ese hombre, que además fue quien encontró junto a su hijo de 14 años el cadáver de la adolescente argentina, no pudo identificar al sospechoso, al igual que el otro testigo.
Más tarde, un testigo, que era su compañero de trabajo y que había declarado que el sospechoso se ausentó de su lugar de trabajo entre las 15 y 18 y que, cuando regresó, lo hizo con comida, a pesar de que no tenía dinero, realizó un careo con "Conejo", pero la prueba dio resultado negativo.
La jueza Marcela López también ordenó ayer un allanamiento en la casa del detenido, donde no se encontró ningún elemento para imputarlo.
Días atrás, el sospechoso había sido entrevistado por Roberto Pérez Ugarte para el canal C5N.