El Gobierno nacional salió a respaldar el accionar de la Gendarmería nacional, que en la jornada de martes reprimió a trabajadores de Cresta Roja que protestaban por su situación laboral en la empresa avícola. El secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, además, dio crédito a los dichos de los propios trabajadores que denunciaron la presencia de "infiltrados" para provocar los disturbios en el principal acceso al Aeropuerto de Ezeiza.
"Los trabajadores fueron infiltrados por un grupo violento, que empezaron con piedrazos. Habíamos mandado un negociador que había acordado una reunion a las 19. En el momento en que que (la dirigente) Vilma (Ripoll) estaba transmitiento eso a los manifetsantes, salió un grupo y agredieron a Gendarmería", dijo Burzaco ésta mañana en diálogo con Radio Vorterix.
El funcionario analizó que "el contexto de estos procesos es difícil. Hay reclamos que son válidos, éste era válido, pero se montan violentos o gente que quiere generar otro clima".
En cuanto a la disolución de la protesta, el secretario de Seguridad señaló que había "una orden del juez que el aeropuerto tenia que estar en funcionamiento y abierto. El corte de la totalidad de la autopista no se puede permitir. El juez dijo que estuvo bien. El operativo fue correcto, no hubo ningún herido grave. Tenemos una máxima que es que el uso de violencia es la última instancia. Uno intenta que eso (trabajadores heridos) no ocurra. El uso de bala de goma es última instancia".
"Se había desbordado la situación. La ultimísima instancia es que no se use esos elementos. Hay 4 hospitalizados con piedrazos en la cabeza. Había clara intención de entrar al aeropuerto. Tratamos de evitar el corte absoluto", aseguró Burzaco.
Respecto del nevo protocolo antipiquete, el funcionario señaló que "parte del protocolo implica visibilización de la protesta. Se intenta regular un proceso que es difícil. Le va a dar cierta certeza a todos los actores. Estamos tomando varios proyectos de ley que hay en el Congreso".