Durante el segundo semestre del 2017 los créditos que otorgó la Anses a través del Programa Argenta para los sectores más vulnerables de la estructura social aumentaron en un 40% en comparación a lo acumulado entre julio de 2012 y junio de 2017.
A través del decreto N° 516/2017, el Gobierno decidió extender los créditos Argenta otorgados por ANSESa los titulares de prestaciones como la Asignación Universal por Hijo (AUH), pensiones no contributivas y salario familiar. El sistema ya existía para jubilados y pensionados pero tuvo un fuerte impulso a partir de la decisión de ampliarlo para quienes perciben prestaciones no incluidas en el SIPA.
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Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), la caída del poder adquisitivo de los jubilados y de quienes reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) provocó un incremento del endeudamiento de este sector.
Durante el segundo sementre de 2017, los más pobres se endeudaron por $56 mil millones, un 40% más que entre 2012 y junio 2017
En este sentido, durante el segundo semestre de 2017 los créditos que se otorgaron para los más pobres ascendieron a 56.000 millones de pesos. Esto implicó un 40% más que los casi 40.000 millones que se dieron entre julio de 2012 y junio de 2017.
Sin embargo, durante el primer semestre de 2017, previo a las elecciones, los créditos habían alcanzado un total de sólo $13.295 millones, un promedio de $2.233 millones mensuales y el acumulado de créditos entregados entre julio de 2012 y junio de 2017 alcanzó $39.859 millones, es decir, un 30% menos que los préstamos del segundo semestre de 2017.
De esta manera para evitar la pérdida de poder adquisitivo las familias que menos ingreso reciben se endeudaron en cuotas que van de 12 a 60 meses, para jubilados, de 12 a 24 meses para quienes reciben la AUH y de 12, 24 y 36 cuotas para los titulares de pensiones no contributivas.
Además, y esto es lo más preocupante, se endeudó el 60% de los titulares de la AUH, 42% de los beneficiarios de pensiones no contributivas, 41% los beneficiarios de pensiones de adultos mayores, 8% de jubilados y 9% los que cobran salario familiar. De esta manera, alrededor del 20% de los titulares está endeudado.
Por otro lado, “la suma de la deuda de los titulares de AUH asciende a casi 3 veces lo que cobran en un mes, mientras que es de dos veces en el caso de beneficiarios de pensiones no contributivas y de adultos mayores”, destacó el informe de CEPA. Para el caso de los jubilados, ascendió al 30% de lo que perciben mensualmente y al 58% en el caso de perceptores de salario familiar. En promedio, se tomaron créditos por el 60% de lo que perciben en un mes el conjunto de los titulares.
En un contexto inflacionario, con paritarias a la baja, la situación no parece mejorar. Además del veloz endeudamiento externo del país, se le suma el endeudamiento personal y en este caso, de quienes menos ingresos tienen.
La deuda nuevamente funciona como un dispositivo disciplinador y tal como señala Maurizio Lazzaratto “el poder de la deuda se representa como si no se ejerciera por represión ni por ideología: el deudor es libre pero sus actos, sus compartimientos, deben desplegarse en los marcos definidos por la deuda que ha contraído”.