Créditos ANSES: ¿Inclusión financiera o endeudarnos para llegar a fin de mes?

De consultar por un préstamo para comprar un bien mejor, a preguntar por el refinanciamiento de una deuda o evitar entrar en el Veras.

25 de julio, 2019 | 20.53

Estos días estuve en distintos bancos y vi reflejado en lo cotidiano lo que vemos en los números macroeconómicos: en el área de atención a las personas las preguntas parecían ir todas dirigidas a cómo refinanciar deuda de tarjetas de créditos, cancelar un pago, sacar planes sin costos, evitar entrar en el Veras, entre otras. Es decir, cómo sobrevivir y sobrellevar la situación de endeudamiento de las familias de clase media. Lejos queda el momento en que íbamos a tomar préstamos personales para cambiar el auto, comprar una moto o restaurar la casa. Como lo de las goteras de la pareja del Galicia que comentaba Cristina Fernández de Kirchner.

Pero esto me llevó a pensar en la situación de las familias más vulnerables que han sacado un crédito Anses y quizás no pueden renegociarlo o estas cuotas les lleva el 30% de sus ingresos supuestos, y quizás no estén pudiendo ir al supermercado.

Desde el gobierno anterior se había promovido el crédito Argenta, para jubilados y pensionados, facilitándoles el acceso al crédito. Sin embargo, en el 2017 se abrió la ventanilla para titulares de asignación universal por hijo (AUH), pensión universal (PUAM) y otros planes sociales. Se les ofrecen créditos de 10.000 o 12.000 pesos a titulares de AUH a pagar en 24 o 36 cuotas a tasa fija en pesos, supuestamente con el fin de reducir la pobreza, en el marco del famoso plan alivio. Así, hoy beneficiarios de los planes pueden sacar el crédito de manera mur rápida por internet o la app. de “Mi Anses” desde el celular, pero con un costo financiero total de alrededor el 50% (casi como la inflación esperada este año). Es decir, la cuota mensual está entre los 500 y 800 pesos, mientras que la AUH hoy se encuentra en unos $2.652. Montos muy bajos, considerando que hoy la Canasta Básica Alimentaria de una familia tipo, para no caer en la indigencia, es de 12.409,72 pesos. En otras palabras, una familia que se endeuda a un año en Anses quizás lo hace solo para comer un mes. Y Anses deja que tome hasta 5 créditos.

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En mayo de este año, la Anses proporcionó datos de que ya habían sido otorgados 1.150.997 créditos Anses, de esos 775.287 fueron a beneficiarios de la AUH. Considerando que hay 3.877.128 beneficiarios de la AUH en el país, quiere decir que el 20% está endeudado. Es decir, una de cada cinco familias que cobran la asignación tienen una deuda con la Anses. Este programa sigue aún abierto y estimamos que siguen ingresando deudores.

Pero pensemos un momento, ¿está mal que la Anses, habiendo bancarizado a gran parte de la población, les otorgue créditos baratos para los y las beneficiarios del sistema de seguridad social? Es sin dudas un impulso a la demanda y por tanto al crecimiento económico que se financie el consumo de bienes durables de las familias (electrodoméstico del hogar, autos, motos, reformas del hogar, etc). Ahora bien, si estos créditos se otorgan en medio de la crisis económica, con una caída del consumo masivo y del poder adquisitivo de los planes sociales, lo más probable es que sean destinado a la compra de alimento y gastos corrientes. Estos créditos de hecho, a diferencia del Ahora12, del ProAuto, del Procrear, no tienen destino específico, son créditos personales con cualquier fin. Es verdad que seguramente los prestamistas de los barrios estén cobrando tasas del 300% y que estas familias no califiquen para un crédito personal en un banco, que dicho sea de paso las tasas están en un 130-150%, y estos créditos Anses podrían paliar el costo de endeudamiento de muchas familias. Pero ¿no sería más fácil recomponer el poder adquisitivo de la AUH? ¿O garantizar alimentos a menor costo?

La realidad es que la experiencia exitosa de microcréditos en el mundo, Yunnus en Bangladesh para citar al más conocido, está ligada a la generación de changas, emprendimientos, trabajos informales. La Argentina es un país de ingreso medio con cierto desarrollo industrial en donde este tipo de políticas no pareciera que tuvieran lugar. Sin embargo, podríamos utilizar el potencial de la Anses para que este de créditos orientados a reforzar esquemas del Ministerio de Desarrollo Social, como el salario complementario, que puedan ir a ayudar a cooperativas, pymes, emprendedores, etc.

Dicho de otra manera, los microcréditos son herramientas de doble filo: pueden facilitar la actividad económica en un escenario de crecimiento o reactivación, o pueden hundir aún más en la pobreza a los beneficiarios si estos no encuentran la manera de complementar ingresos. Pensar en Anses y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad como herramientas para reactivar la económica es interesante, pero no sin una propuesta seria de generación de ocupación.

Al igual que en el 2017, este nuevo año electoral parece que Cambiemos nos permite endeudarnos para llegar a fin de mes.

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