Mientras la crisis socio política de Chile continúa con nuevas manifestaciones y represión en las calles, la Conmebol reaseguró que la final de la Copa Libertadores se juega en Santiago, pero dejó más dudas que certezas.
La delicada situación política de Chile también genera incertidumbre en el fútbol sudamericano y en particular sobre la final de la Copa Libertadores que debería jugarse en el Estadio Nacional del país trasandino el próximo 23 de noviembre. A menos de un mes para que River y Flamengo definan el nuevo campeón de América, las posibilidades de sostener la sede de la primera final única del certamen continental parecen reducirse con cada día de conflicto, pero la Conmebol sigue firme.
De hecho, la máxima autoridad del fútbol regional pidió en las últimas horas una audiencia con el gobierno chileno para hablar sobre la organización de la definición. Desde la entidad sudamericana quieren conocer el análisis de los funcionarios de Sebastián Piñera sobre la incontrolable crisis que atraviesa el país para tomar una decisión final.
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"La audiencia con el presidente de la República de Chile y autoridades se enmarca en los preparativos para la realización de la final única de la CONMEBOL @Libertadores, tal como se ha venido haciendo hasta ahora", sostuvo la entidad presidida por Alejandro Domínguez en Twitter. Un mensaje que parece generar más incertidumbre que certezas en los hinchas.
En medio de esa situación, el intrincado sistema de pines que hizo colpasar la web dedicada a que los hinchas de River obtuvieron los escasos 12.500 tickets a disposición generó mucho malestar entre los fanáticos y abrió la puerta a una solución improvisada, tal como suele acostumbrar la Conmebol.
De acuerdo con la información que dio a conocer el periodista Nicolás Distasio en TNT Sports, una de las posibilidades que se evalúa es regresar a la tradicional final de ida y vuelta en la cancha de cada uno de los participantes de la definición.
Sin embargo, la confirmación de la sede se dará, probablemente, el próximo 8 de noviembre en Asunción, donde se celebrará una reunión de todo el Consejo de la Conmebol. Previamente también habrá reuniones con los presidentes de ambos clubes. Aunque en la entidad Sudamericana todo puede cambiar a último momento.
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