El Banco Central modificó de plano su estrategia e intervino agresivamente en el mercado para intentar frenar la disparada cambiaria. Sin embargo, el dólar escaló 23 centavos a $ 16,09.
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En la primera hora de actividades, la divisa mayorista se disparó 23 centavos. Ante esta abrupta devaluación, Federico Sturzenegger decidió cambiar el accionar del organismo. Por eso dio la orden de ofrecer U$S 500 millones a una cotización menor. Al ver un monto tan elevado sobre la mesa y tan temprano, del otro lado compraron de a partes.
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A la siguiente hora, el Central volvió a ofertar U$S 500 millones a un dólar menor, y repitió la operación antes de que cierre la rueda. Así, con el gasto de U$S 236,7 millones el organismo hizo retroceder el mayorista a los mismos $ 15,81 en los que había cerrado el lunes.
Los activos de la entidad monetaria cerraron en U$S 28.194 millones. Sin embargo, hubieran cerrado en US$ 23.194 millones sin el préstamo de bancos internacionales.
Pese a esta relativa eficiencia, el minorista que se consigue en casas de cambio y bancos sólo se guió por el impulso inicial, pero en ningún momento disminuyó. Por eso, ascendió en el día al récord de $ 16,09. Esta desconexión entre ambos segmentos se había visto también la semana pasada.
Con la asunción de Mauricio Macri el BCRA tuvo un rol pasivo, donde convalidó la devaluación inicial. Hace dos semanas que realiza intervenciones cada vez más voluminosas para intentar aplacar las subas, en un contexto de escasa liquidación de los sojeros y ausencia de las divisas prometidas al ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay.
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