La familia Macri presentó un último recurso para que la Corte Suprema desplace a la fiscala Gabriela Boquin, que logró frenar la condonación de más de 70.000 millones de pesos por la histórica deuda de Correo Argentino. Lo que Macri y su familia quieren hace rato es claro: que Boquin no investigue el caso ni que solicite informes sobre el vaciamiento de Correo Argentino en favor de los portaaviones del clan Macri, Sideco y Socma.
En varios escritos, los Macri repitieron que la fiscala Boquin “no es parte de este proceso, por lo tanto no tiene derecho a ofrecer prueba, ni a solicitar informes, que nada tienen que ver con el proceso”. La acusaron de tener “un objetivo mediático y político” y de impulsar una “aventura procesal”. En uno de esos documentos, plantearon que “la Fiscalía de Cámara ha adquirido un protagonismo tal, que excede a todas luces sus facultades, entorpeciendo el procedimiento, con peticiones carentes de todo asidero fáctico y jurídico”. Todo esto, sin embargo, ya fue descartado por las mismas juezas que participan del expediente.
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La maniobra de la familia presidencial para desplazar a Boquin ya tuvo dos negativas. En primera instancia, por parte de la jueza Marta Cirulli, y en la Cámara Comercial, donde las juezas María Lilia Gomez Alonso de Díaz Cordero y Matilde Ballerini ratificaron que el rol de la fiscala Boquin es investigar el caso. Estas 3 juezas son parte fundamental en el letargo de más de 15 años que lleva esta causa. En el caso de Cirulli, incluso está imputada en la causa penal junto a Macri, pese a lo cuál rechazó excusarse de seguir interviniendo. Pero, ante los pedidos de Macri y los suyos para sacarse de encima a la fiscala Boquin, tuvieron el decoro de no dinamitar la Constitución ni su propia jurisprudencia.
Tal como informó El Destape, hace dos semanas las camaristas que manejan la Sala B de la Cámara Comercial rechazaron el pedido de la familia presidencial de que la decisión sobre la continuidad de la fiscala Boquin la tome la Corte Suprema. Ahora los Macri gastaron su último recurso procesal, que es ir en queja ante el máximo tribunal. El recurso ingresó el viernes pasado a la Secretaría Judicial N° 1 de la Corte.
Con este panorama, Macri logrará concretar otro pedido que le rechazaron: que intervenga el procurador interino Eduardo Casal, quien sigue las directrices de la Casa Rosada. El interino Casal tendrá que opinar si corresponde que la Corte opine sobre la cuestión, que es básicamente si un fiscal (en este caso Boquin) tiene la potestad de investigar un caso.
Luego será el turno de la Corte, que tendrá un dilema. Por un lado, entrarán en juego las tensiones entre Ricardo Lorenzetti y Macri. Por otro, se pondrá en juego el liderazgo del actual presidente de la Corte, por ahora el primus inter pares del Tribunal. Los dos jueces que designó a dedo Macri, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, tendrán un rol clave, tanto con sus votos como en la disputa por encabezar el máximo tribunal. La jueza Elena Highton de Nolasco tendrá que definir si sus convicciones quedaron ligadas al favor del Gobierno para que siga en el cargo luego de los 75 años.